En medio de la tormenta de nieve que bate a varias partes de la Costa Este de Estados Unidos, autoridades declararon el estado de emergencia en Nueva York y cerraron el aeropuerto JFK, uno de los puntos principales de entrada al país.
La primera fuerte tormenta del año 2018, categorizada como “bombogénesis” (o ‘ciclón bomba’), ya ha cobrado la vida de al menos 16 personas y provocó caos en el noroeste, dejando a oficinas gubernamentales y las escuelas cerradas. Aunque planes iniciales no incluyeron la clausura del metro u otros medios de transporte público, muchos servicios registraron retrasos y poca gente usó el metro en la mañana del 4 de diciembre.
Sin embargo, el transporte se interrumpió a medida que los servicios trabajaban para despejar los caminos de nieve antes de que las temperaturas bajaran más y convirtieran la nieve en hielo.
Autoridades declaran a Nueva York en estado de emergencia
Toda la región sur de Nueva York está afectada, y el gobernador del estado, Andrew Cuomo, declaró el estado de emergencia en varias zonas, incluida la ciudad de Nueva York y Long Island.
Los vientos más fuertes que se esperan a lo largo del día están entre 40 y 56 kilómetros por hora, con rachas de hasta casi 100 kilómetros por hora.
«Es casi imposible limpiar las carreteras cuando tienes esas rachas de viento, que vuelve a traer nieve sobre las rutas», agregó el gobernador.
Nieve en Tallahassee, Florida, por primera vez en décadas
Mientras tanto, en Florida, el estado cálido del sur del país la tormenta trajo nieve a la capital, Tallahassee, por primera vez en casi 3 décadas. En contraste a la situación en Nueva York y otras zonas más afectadas por la tempestad, el raro fenómeno causó emoción entre residentes de Tallahassee, que salieron a las calles para jugar en la nieve.
En el sur de Florida, donde las temperaturas bajaron hasta 4 grados Celsius según el Servicio Meteorológico Nacional en Miami, las iguanas verdes se cayeron de los árboles, pues las temperaturas extremas les dejaron inmovilizadas.
Otras partes de Estados Unidos han sufrido cortes de luz, reventones en tuberías del agua y clausuras de vías principales.