LA MADRIGUERA DEL LOBO/ Por: José Andrés Zorrilla M.

LAS REFINERÍAS II

En esta ocasión y como una segunda parte hablaremos del tema de las refinerías en nuestro país, ya no solamente desde un punto de vista político o electoral, (que no es poco). Vamos a abordar también la parte sustancial de lo que significan las refinerías en cuanto a importancia de operación, producción, comercialización y aportación, así como de algunos aspectos de su estatus actual. De eso hablaremos hoy.

El Sistema Nacional de Refinación (SNR) lo integran entre otras infraestructuras de almacenamiento y distribución LAS SEIS REFINERÍAS que actualmente operan en nuestro país y de las que es importante INTERPRETAR SU PARTICIPACIÓN y lo que esto significa en términos de ubicación, empleo y generación de ingresos por sus ventas así como de otros aspectos, por lo que empezaremos por definir qué estados son los PETROLEROS en nuestro país comenzando por Tamaulipas, Nuevo León, Guanajuato, Veracruz, Hidalgo y Oaxaca.

Estos estados tienen anclada una REFINERÍA en los municipios que definen la ubicación de las mismas más allá del nombre que cada una de ellas tenga y que se registran así en el catálogo del SNR, como las siguientes en el orden anterior de los estados en donde se encuentran: Ciudad Madero, Cadereyta, Salamanca, Minatitlán, Tula y Salina Cruz, con una PRODUCCIÓN TOTAL DE 954 Mil Barriles Diarios (MBD) de los cuales hay un ranking desde la que más producción tiene actualmente y que esta corresponde a la de Salina Cruz, 209,205 MBD, es decir el 22% de acuerdo a los últimos valores de enero de 2024, sobre toda esta producción nacional. Sin embargo, esta posición podría variar medido en tablas de los diferentes productos en los que por ejemplo Cadereyta es la número uno en cuanto a DIESEL se refiere seguida de Minatitlán y Ciudad Madero.

Pero es muy importante que NO OLVIDEMOS ciertos datos del pasado para poder tener un contraste de lo que está ocurriendo con la REFINERÍA como un indicador de la verdadera CRISIS, la producción en 2006 era de 3,356,256 MBD (Millones de Barriles Diarios) y en 2011 bajo los 2,550, por lo que tener actualmente un proceso de 954 Mil, en 2024 es muy alarmante porque además de ir decreciendo las exportaciones, fuimos gradualmente perdiendo nuestra llamada AUTOSUFICIENCIA ENERGÉTICA, teniendo que recurrir a la importación de gasolinas y gas para cubrir la demanda nacional, en un mercado cada vez más creciente.

Para el caso no se trata de un asunto de MERCADO es decir de oferta y demanda, todo lo contrario, había lo más importante que se requiere para las VENTAS que es la NECESIDAD del producto para el desarrollo de actividades productivas en nuestro país.

Lo que le ha ocurrido a PEMEX como empresa es que se dejó de priorizar la inversión en temas de modernización, MANTENIMIENTO y competitividad de plantas, aunado a un desbalance proporcional de impuestos (es decir FISCAL) y canalización de recursos a otros rubros de gasto nacional, que han traído esas consecuencias y otras por esta SUSTRACCIÓN FINANCIERA, que ancló la empresa, su productividad, desarrollo y eficiencia.

Petróleos Mexicanos pagó al SAT en 2023 más del 7% del total de los ingresos tributarios del año anterior prácticamente, fue quien más aportó en ese tipo de impuestos de los 5 sectores más importantes, lo que ha descalificado las finanzas y la capacidad de inversión para revertir como ya lo decíamos otros EFECTOS SOCIALES, que han ido pasando desapercibidos pero que son sumamente graves, tomando en cuenta que también se trata de proteger a sus propios trabajadores.

La referencia de lo anterior es un asunto en cuanto a matemáticas se refiere muy simple y deja de manifiesto esta AFECTACIÓN SOCIAL considerando que aún con la basificación de casi 5 mil empleados transitorios en 2024 quedan en el SNR en 116 mil que comparado con la plantilla entre 2000 y 2004 que era de 138, 000 plazas lo que significa el 19% de merma en mano de obra y empleos directos.

Aunado a que, si no se cubren las JUBILACIONES, eso sería una injustificada muerte súbita, de PEMEX, que ni México ni las familias de los trabajadores se merecen.

Es muy importante ocuparse en EL DISCURSO y en los hechos, para proponer de manera constructiva la inversión que requieren las REFINERÍAS, para asegurar la productividad, la preservación y el crecimiento de empleos y desde luego proteger la reserva laboral para el pago garantizado de sus jubilaciones. Lo demás son ocurrencias sin sentido.

Hasta pronto.

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