Por: Blanca Leticia Guerra
La recta final para las elecciones de este 2 de junio – quizá una de las elecciones más importantes en la historia de México – ya está aquí y no hay vuelta atrás. Lo que se hizo, se hizo y en estos últimos días pensar en darle la vuelta a las encuestas es bastante ilusorio.
El tercer debate de los presidenciables ocurrió y los resultados fueron contundentes, pero ¿cuál fue el desempeño de cada uno de los candidatos? Porque lo evidente es que la estrategia fue modificada.
En el caso de Jorge Álvarez Máynes, por Movimiento Ciudadano, hubo un reforzamiento en sus propuestas, mucho más meditadas, poca ofensiva hacia la oposición; hay quienes dicen que “él no juega” por el poco puntaje que tiene a favor en las encuestas, y sin embargo ha ido sumando números.
Algunas fuentes periodísticas sugieren que se estudia la posibilidad de que Movimiento Ciudadano se alíe al PRIAN para lograr desbancar la ola MORENA… Pero ni sumando todos sus puntos lo lograrían. El debate igual ocurrió con tres candidatos.
Xóchitl Gálvez, por Fuerza y Corazón por México, también lo intentó, sumando propuestas específicas en los temas propuestos, sin embargo fue tan poco el tiempo que ocupó para presentarlas y tanto el que invirtió en atacar a Sheinbaum que sus propuestas no lograron hacer eco suficiente como para aumentar el apoyo para su campaña y convencer a la audiencia de que voten por ella.
Por su parte, Claudia Sheinbaum, de Sigamos Haciendo Historia, llegó tranquila. En este debate optó, como ella misma lo dijo, por “no caer en provocaciones” lo que le dio tiempo de presentar propuesta claras y hablar sobre los resultados que obtuvo como Jefa de Gobierno. Haría falta ir un paso más allá y presentar algo distinto, un discurso más poderoso… aunque el triunfo igual lo tiene asegurado.
Un tema que resuena, que duele en México, es el de la inseguridad y es que al paso de los años, por más estrategias que se han implementado, sigue siendo vigente, pero parece el colmo que Xóchitl Gálvez, se atreva a hacer señalamientos al respecto cuando a su alianza le preceden figuras políticas como Felipe Calderón y Cabeza de Vaca.
“Narco partido” dijo, y más allá de a quién se dirigió, al momento de nombrarlo, se le olvidaron los estragos de lo que Calderón llamó GUERRA CONTRA EL NARCO. En Tamaulipas sabemos perfecto de eso.
Siendo el 2011 el año más violento del sexenio, del 2006 al 2012 las cifras oficiales – que no las reales – son de cientos de miles que entre muertos y desaparecidos marcaban hechos imborrables y desgarradores en las familias de México.
Los llamados DAÑOS COLATERALES tienen nombre y código postal, una tierra que les espera y una familia que reclama su regreso. Mi madre lloraba todo el día sentada en el sillón amarillo que alguna vez fue de mi hermano. Gritaba de dolor que por favor le regresaran a su Ángel.
Este tema atraviesa de forma irreparable la vida de muchas familias que como la mía vivimos en carne propia la desaparición de un familiar a causa de esta guerra que a la fecha no ha terminado.
Cabeza de Vaca, entre sus promesas para llegar al gobierno de Tamaulipas, después de todo lo que ya habíamos vivido, vino a burlarse del tema siendo su primer acto de campaña un encuentro con los familiares de las víctimas y comprometiéndose a implementar los mecanismos necesarios para tener resultados rápidos y eficaces, sin embargo estos resultado jamás llegaron, sino todo lo contrario, pues durante su mandato vivimos la noche oscura del estado, volviéndose Tamaulipas otra vez el ojo de la violencia por la delincuencia organizada.
En fin, que de falsas promesas se la ha vivido el PRIAN como para que ahora vengan a hacerse los indignados.
Tendrían que enfocarse los tres candidatos en realmente estudiar el tema desde su raíz y establecer las estrategias necesarias para que poco a poco el tema de la violencia del crimen organizado vaya controlándose hasta lograr erradicarlo… se sabe que es posible, pero ¿es probable?
¿Usted qué piensa?