Por: Chano Rangel
Cuando Cuauhtémoc Cárdenas, Heberto Castillo, Porfirio Muñoz Ledo y muchos priistas de izquierda decidieron buscar la presidencia de México, el sistema todo poderoso del PRI se los impidió, con sangre, represión y fraudes, el más famoso, fue la caída del sistema, orquestado por Manuel Bartlett y compañía.
Después de esa elección el PRI decidió cambiar, y fomento la creación del PRD, para darle continuidad a un partido revolucionario, pero con otro nombre y apellido, con un color amarillo, y con un sol azteca simbolizando al origen de nuestro país, sin embargo, esta transformación no fue posible, porque sus grupos y las tribus aglutinadas en el PRD, impidieron la reconstrucción del PRI en su momento.
Cada elección a partir de 1988, el PRI perdió algo, ya no fue la aplanadora electoral, y su cambio de nombre y color, es esfumo la llegada de Ernesto Zedillo al poder nacional, Zedillo si era convencido de un cambio, pero no de amarillo, si no la opción de tener una alternancia, para que el PRI se recompusiera, se modernizara y se democratizara, las consultas internas salieron de moda, nada paso, solo un resquebrajamiento del priista, que no sabía lo que era una democracia interna, el dedazo y paternalismo era su esencia.
Con la galvanización y la pérdida del poder en el 2000, el PAN llego al poder de la mano de un candidato carismático, pero que a la postre resulto ser de mediano pelo ya como presidente de México, Vicente Fox, tampoco pudo aniquilar al PRI, al contrario era su cómplice en el senado y congreso federal, además los gobernadores en su mayoría priistas al no tener un presidente emanado del PRI, se hicieron y se convirtieron en príncipes regionales, ocasionado una de las más grandes erosiones del priismo que empezó su aniquilación en serio.
De la época de los príncipes del PRI salieron Tomas Yarrington, Eugenio Hernández, Cesar Duarte, Javier Duarte, y una decena más que en su mayoría o estuvieron en la cárcel, o siguen con juicios por enriquecimiento inexplicable, así fue la debacle.
Sin embargo, al llegar al poder Enrique Peña Nieto, se esperaba la resurrección, pero no, fue la aniquilación y lo poco que quedaba del priismo se fue enterrando solito, y ahora su extinción esta más cerca que nunca.
Con el aferramiento de Alito Moreno, para perpetuarse en el poder, como Alberto Anaya en el PT, Dante Delgado en MC, se ha puesto contra la cuerdas a toda la militancia que aún queda en el PRI, no espacio para la democracia Moreno Cárdenas, secuestro al PRI y junto a su grupo, no quieren dejar prerrogativas y algunos privilegios que este pequeño grupo, quiere disfrutar hasta su aniquilación; por lo pronto el PAN, ira solo en las siguientes elecciones, cuenta se dio, tarde quizá, que cargar al PRI era llevar a un muerto sin sentido y sin réditos electorales.
El PRI efectivamente se transformó, ahora están convertidos en Morenistas la mayoría de los liderazgos priistas, incluso muchos de ellos ya son gobernadores y fueron gobernadores en esta nueva etapa, ya son figuras de la 4T, y siguen ocupando puestos de primer nivel en todas las regiones del país, estos 10 años si han sido de transformación política al interior de los partidos, Morena se llevó al 90% del priismo o más y con eso ahora domina la geografía política del país.
Con todo el PRI en sus filas Morena, cambia no solo la geografía política del México, sino también su Estatus Quo, regresándonos a un poder absoluto, propio del viejo PRI, con Suprema Corte a sus servicios, y con las cámaras legislativas como servidores fieles del presidente, un priismo de los 60s, 70s, donde la gloria del poder alcanzaba para todos.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Con los actos después del regreso vacacional, el alcalde de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, inicio con el pie derecho, y dio un gran impulso a la educación, con la “Feria del regreso a Clases” organizada por el ayuntamiento, donde los alumnos, podrán encontrar, artículos escolares a bajo costo.
Desde su llegada a la alcaldía más importante de Tamaulipas, Carlos Peña, ha tenido a la educación, como la prioridad de prioridades, y sus resultados están a la vista de todos.
Con inversiones millonarias, que ya superan los 170 millones de pesos, la educación de los reynosenses es sin duda un pilar para la administración municipal y un baluarte para los tamaulipecos.
Cada acción en favor de la educación resulta en corto y mediano plazo con buenos resultados, lo vemos en el crecimiento de la ciudad, donde el edil Peña Ortiz, pone todo su liderazgo para que la educación siga siendo la plataforma del crecimiento de la ciudad más grande de nuestro estado.
