POR JUAN SANTIAGO PEÑA PONCE
El tiempo sigue su curso y en el mismo se desarrolla el proceso electoral 2017 – 2018, las fechas marcadas tanto por el INE así como el IETAM son inamovibles, y ante esta situación los distintos institutos políticos que van en pos de una posición de elección popular se han dado a la tarea de seleccionar a quienes serán sus candidatos tanto a una senaduría, una diputación federal y una alcaldía.
Hay quien se atrevió a mencionar que el PRI prácticamente esta “muerto” , si bien es cierto que el tricolor enfrenta una crisis a su interior en nuestro estado, al tratar de acomodar sus “fichas” en un escenario que nunca antes había enfrentado, como lo es el ir a una contienda electoral sin un jefe partidista en la figura de un gobernador, también es cierto que la decisión que ese instituto político tomo al postular al Dr. Serapio Cantú Barragán, muestra la capacidad de reaccionar del PRI ante la crisis que vive.
Serapio Cantú le vino a dar una bocanada de oxigeno puro a un PRI que se encontraba languideciendo, con su experiencia y su liderazgo logró aglutinar a los tres sectores, pilares del partido como lo son la CTM, la CNOP y la CNC, así como a las diferentes organizaciones como la de los jóvenes, las mujeres priistas etc. en un acto multitudinario en el cual acudió a registrarse como precandidato a la alcaldía de Reynosa.
El PRI no está “muerto”, desgastado sí; en nuestro Estado podemos mencionar las siguientes causas de su desgaste: 1) La baja popularidad del Presidente Peña Nieto que con su manera de liderar la administración publica federal ha causado un desgaste no solo a su persona, a su figura como institución, sino a todo su partido. 2) La poca popularidad de José Antonio Meade que pareciera no levanta como candidato a la primera magistratura del país por ese partido. 3) El no contar con un gobernador de extracción priista.
El escenario político actual en nuestra ciudad pone sobre la mesa al menos a dos cartas que pueden darse la “pelea” en la jornada electoral del próximo 1 de julio, y digo dos, porque una tercera, la que pondrá MORENA, el partido de Andrés Manuel López Obrador, aun no se despliega, la incertidumbre aun sigue flotando en los aires de tierra bronca.
De las dos cartas puestas sobre la mesa, la de la alcaldesa Maki Esther Ortiz Domínguez quien va por la reelección, y la del Dr. Serapio Cantú, muestran, al menos sobre la mesa, una unidad al interior de sus respectivos institutos políticos, lanzando así el mensaje de que cuentan con la fortaleza que da la unidad. La tercera carta aun oculta, la de MORENA, luce, aun antes de ser puesta boca arriba, una división nada sana para ir en pos de una contienda electoral; un equipo dividido es uno que tiende a ser vencido.
Pareciera que el PRI ha resurgido de sus cenizas, como el ave Fénix al haber postulado al Dr. Serapio Cantú Barragán, al menos hasta ahora, el sábado pasado mostraron la capacidad de organización a la vieja usanza del tricolor, colonos, obreros y campesinos, así como jóvenes y mujeres priistas vitorearon al precandidato con globos verdes, blancos y rojos, las maracas sonaron y la música se escucho reflejando el animo de la concurrencia. ¿Sera esto suficiente para poder ganar en la contienda electoral?
La cosa no la tiene fácil ante una alcaldesa que se ha mostrado como una muy buena administradora de los recursos del pueblo, además de mostrar la valentía de luchar hasta el ultimo momento por su aspiración a la reelección y lograr que las corrientes al interior del albiazul se unieran en esa única causa, la de ganar la elección del 1 de julio.
Así, la contienda electoral se despliega ante la población con un animo de emoción, de incertidumbre, y se antoja pensar que de mucha acción.
Hasta la próxima, primeramente Dios.
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