LOS HECHOS/ SIN ARGUMENTOS

POR José Inés Figueroa Vitela

Ya dijimos que los cabecillas de la banda que asaltó el gobierno y al pueblo tamaulipeco durante el pasado sexenio en el Estado, manejan dos variantes, con la idea de evadirse nuevamente de la justicia: victimizarse y atacar a las autoridades que les aplicarán la ley.

El exgobernador prófugo, cómplices y familia, andan urgidos de investirse con piel de víctimas, lanzando insultos, infundios, piquetes de ojo, pellizcos y patadas, provocando, pues, para que les respondan y cuando les alcance la justicia, decir que fue por eso y no por los incontables delitos que cometieron que serán encarcelados.

El “Comisionado” de temporada, entre la parentela, es el diputado ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA, también conocido como El Hermano Lelo, a quien no se le había relacionado en la red del huachicoleo fiscal que operó su consanguíneo, durante su desgobierno, para seguir manipulando la engañifa.

Ya sabe, FRANCISCO JAVIER “N” se inventó una ley, una estructura y un brazo armado, para detener un puño de tráileres contrabandistas de combustibles y someter a la extorsión a los dueños de estos y de los demás, “si no querían que les pasara lo mismo”, al más puro estilo criminal de las bandas delincuenciales comunes.

Demostrado que fue él quien le impuso, a su socio en el contratismo gubernamental, SERGIO CARMONA, el título de “Rey del Huachicol”, y que armó una estratagema para abrogarse facultades aduanales para extorsionar en esos campos, en algún momento también por eso deberá responder en los tribunales.

Público y notorio también fue cómo, de ahí se agarró para desdoblar la narrativa de que “el gobierno morenista” cometía esas extorsiones que él operó y hasta inventó los términos de “narco-gobierno” y “funcionarios huachicoleros”, propios de su humanidad, para referirse a las administraciones que lo desplazaron a él y a su partido de los espacios públicos.

Pero esa es otra historia.

Entre las mentiras con las que esta semana quiso victimizarse el tal ISMAEL, a través de las redes sociales -¿dónde más? Si ni a las sesiones del congreso asiste- se quejó de que sus iniciativas eran plagiadas por los diputados morenistas.

Todavía tuvo la desvergüenza de desacreditar la aclaración del diputado morenista ALBERTO MOCTEZUMA, quien documentos en mano, mostró cómo la iniciativa aludida por el panista, recibida en el Congreso el 28 de octubre, él ya la había presentado el 25 de septiembre.

Esas son desvergüenzas de la función legislativa incumplida; de los delitos que carga a cuestas aquel, hay muchas historias que puntualmente se han ventilado y muchas más por conocer, sobre las que no se aplicó la justicia, porque seguía operando el andamiaje de impunidad que sembraron antes de irse.

Con el nuevo Poder Judicial local y federal y con las nuevas Fiscalías, también del Estado y la República, eso se acabó.

El nuevo esćándalo que circunda en torno al llamado “Hermano Lelo”, inundó las redes sociales esta semana, cuando salió a la luz la infidencia de algunas de las víctimas que fueron

obligadas durante el pasado sexenio, a entregarle fuertes cantidades del presupuesto para que dispusiera de ellas.

En las redes sociales se evidencia la llamada “Oficina Olé”, situada en el bulevar Fidel Vázquez de Victoria capital, como el lugar donde eran convocados, de manera forzada durante el pasado sexenio, tesoreros, administradores y titulares de dependencias, OPDs y ayuntamientos, para entregar fuertes sumas de dinero que les eran exigidas.

También recibían instrucciones sobre a quién debían asignar contratos de obras y compras, que se ejecutaban de manera parcial o de plano eran simulaciones.

Las pasarelas por la Oficina Olé eran rotativas en cuanto a los personajes convocados; muy pocas constantes se daban entre los presentes y uno de ellos, recurrente, era precisamente el hoy diputado ISMAEL, según las referencias digitales.

Por eso en su nombre, los empleados y cajas de resonancia -hay quien asegura que ni leer sabe y por eso todas las iniciativas las manda por correspondencia en lugar de presentarlas al pleno como todo mundo- andan desaforados fabricando quejas y denuncias en cantidades industriales.

”Es ya me la sé”, decían en el barrio de mis mocedades; ahora lo repetirán fiscales y jueces, seguramente.

La justicia asoma a la puerta.

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