Por: Chano Rangel
A comenzado, la segunda parte de la película de Largo Metraje, la historieta mexicana de cada 6 años, ahora con una vertiente casi patentada “La Guerra del Odio” estamos a 45 días de las elecciones, y aun un porcentaje regular, no decide por quien emitirá su sufragio.
Lo cierto es que, si las encuestas conocidas hasta hoy, fueran el reflejo del día de la votación, entonces el ganador sin duda, sería Andrés Manuel. Pero como lo aseguran la mayoría de los analistas, las encuestas solo son una fotografía, del consiente colectivo.
La realidad terrenal, hasta este momento, nos da la imagen, que la lucha es entre 2, MORENA Y PAN, y sus abanderados, Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador. En un lejano tercer lugar; negado eso si a reconocer la derrota anticipadamente, aunque nadie le da posibilidades de triunfo. Dejando ver algunos críticos, que esta podría ser la peor derrota del PRI en su historia como partido y como gobierno.
Los resultados, en lo local, tampoco dan buenos números al priismo, los liderazgos regionales, se alejan cada vez más de Jose Antonio Meade, el miedo a cargar la pesada loza, y la posibilidad de perder la contienda, hace de los escenarios local, puntos distantes entre el priismo nacional y los comités municipales.
La negativa del presidente Peña Nieto, de hacer alianzas, esta causando estragos, con todos, menos con Anaya, incluso existe la posibilidad de que, el priismo nacional, de a MORENA, más votos que los propias ciudadanos sin partido. El encono y odio entre Ricardo Anaya y el mandatario, subió de tono, y las amenazas de uno y de otro, se reflejan en las últimas encuestas.
Según los encuestadores, las últimas noticias de sondeos, no cayeron nada bien en Los Pinos, AMLO, superaba ya el 50% de la intensión del voto y eso volvía imposible cualquier alianza fáctica o de palabra. Porque sencillamente obligaría a uno de los grandes partidos a entregar lo poco que le queda de capital político, sin acuerdo firmado, y eso no garantizaría el respeto de los acuerdos.
El acuerdo de las cúpulas se rompió, desde el 2017, cuando Peña Nieto, se negó a entregar Coahuila al PAN, aun a sabiendas que la elección había sido turbulenta, amañada y fuera de cualquier proporción cabildera aceptable. Además del maltrato que el priismo mexiquense por asi decirlo, hizo a la abanderada del PAN. En esa entidad.
Sin acuerdo y sin alianza, difícilmente el PRI y el PAN tienen posibilidad de ganar la presidencia, superar el margen que Andrés Manuel lleva en este momento, se antoja impensable, salvo errores, como el enfrentamiento con la clase empresarial, que llevo perder, 2 puntos, pero por lo holgado de sus ventajas, esto puede ser totalmente previsible.
Los números son fríos, y si las cosas no cambian, entonces los liderazgos regionales, se tendrán que desprender de Meade y de Anaya e ir por lo rescatable, que son las elecciones locales, y confiar en el voto cruzado.
De Aquello y lo demás…
Sigue la obras en Reynosa, las principales avenidas esta siendo reconstruidas, y la verdad la ciudad empieza a tomar otro matiz, se observa ya de primera mano que si es posible consolidar a la ciudad, como una urbe vanguardista, de primer nivel
La reconstrucción del drenaje, llevará varios años, el abandono y la falta de mantenimiento ocasionó un rezago histórico, pero ya se están dando pasos agigantados, lo que si no se vale, es que algunos candidatos politicen este problema. Y quieran involucrar a los ciudadanos en una disputa insana.
Por lo pronto el ayuntamiento de la ciudad, emite comunicados permanentes, que que arterias viales estarán cerradas por reparación de obras o nuevos cruces, le sugerimos tener paciencia.