POR: OSCAR DIAZ SALAZAR…
La fidelidad partidista no es una característica que posean los miembros de la familia Guajardo Anzaldua de Rio Bravo. La pertenencia a un instituto político en forma prolongada, no es algo que les sea propio a los integrantes del clan que son propietarios de la cadena de supermercados “Guajardo”.
Hace muchos años leí una definición muy interesante sobre la política, escrita por un autor que escapa a mi memoria. Afirmaba ese escritor que “la política es el arte de administrar las traiciones”, y esa ha sido la especialidad de los juanes de Rio Bravo, Antonio y Diego, al adherirse, -para después traicionar-, al PT, PRI, PAN y PRD, en los procesos electorales con los que alcanzaron la presidencia municipal de Rio Bravo, la diputación local, la diputación federal y la senaduría por unos cuantos días.
Pero aun en las traiciones hay diferencia entre la actuación de Juan Antonio y su hermano Juan Diego. Juan Antonio se retiró de los partidos políticos, cuando los dirigentes le regatearon la oportunidad de seguir manejando los espacios que él había construido. Diego es un traidor sin matices, un traidor que se pasó a las filas de PRI, a pocos días de haber sido electo presidente municipal de Rio Bravo con el respaldo del PAN, mucho antes de que fuera tiempo de buscar otro espacio o proponer un sucesor.
Como administrador del muy disminuido legado político de Juan Antonio Guajardo, su hermano Diego prepara su enésima traición buscando un espacio en las filas de MORENA para competir por un escaño en el Congreso de Tamaulipas, a manera de militancia y antesala para intentar el regreso a la presidencia municipal.
Activistas políticos adscritos a la corriente (cada vez más corriente) guajardista ya hacen presencia, militancia y méritos en las filas de MORENA.
Los que definen las candidaturas deberán tener mucho cuidado antes de formalizar la alianza con Juan Diego, pues de nada les servirá postularlo, ya que si por azares del destino consiguiera alcanzar el triunfo, nada garantiza que sea fiel a los propósitos e intereses de MORENA.
Su biografía lo pinta como un traidor reincidente, y si llegára al Congreso del Estado, terminaría alquilándose a los intereses y propósitos del Gobernador en turno.
Advierto a los posibles clientes a quienes les resulte atractiva la publicidad engañosa de las Superofertas Guajardo, que el producto es chafa, la mercancía es mala, el vendedor es balin, Agrego que si alquilan sus servicios o pagan por su trabajo, van a ser defraudados, pues terminara sirviéndole a sus rivales.