- Actualmente representan un problema de salud para personas en etapas productivas.
- La causa principal de esta enfermedad es la poca ingesta de líquidos, y tienen más probabilidad de formarse si la persona produce menos de un litro de orina al día.
Ciudad de México.- Los cálculos, piedras o litos, son formaciones sólidas compuestas de pequeños cristales en las vías urinarias. Actualmente son muy comunes y se pueden presentar una o más de estas formaciones al mismo tiempo; ocurren con mayor frecuencia en los hombres de entre 20 y 30 años de edad, lo que representa un problema de salud en población en etapas productivas.
Especialistas del Centro Médico Nacional La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) explicaron que la causa de este padecimiento radica principalmente en la baja ingesta de líquidos y en factores metabólicos propios de paciente. Los cálculos renales tienen más probabilidad de formarse si la persona produce menos de un litro de orina al día.
Existen diferentes tipos que se forman cuando la orina tiene un alto contenido de las sustancias que forman cristales y generarán cálculos a lo largo del tiempo. Los cálculos de calcio son los más comunes, ya que esta sustancia puede combinarse con otras sustancias y formar las piedras, por ejemplo, el oxalato, el ácido úrico, la cistina, la estruvita, etcétera.
La gente podría tener cálculos y no presentar molestias; sin embargo, el principal síntoma es el dolor intenso, que comienza súbitamente a la altura del abdomen, en un costado de la espalda y puede movilizarse a la zona de la ingle o genitales, provocando náusea, vómito, sudoración, calosfríos o sangre en la orina.
Para determinar la probabilidad de este padecimiento, especialistas en urología del IMSS recomiendan acudir con el médico, quien además de realizar un interrogatorio y exploración física, solicitará estudios de laboratorio y gabinete para confirmar el problema y recibir el tratamiento específico.
Las pruebas de laboratorio incluyen: exámenes de sangre para determinar la función renal y el estado de las células de defensa; análisis de la orina y posteriormente, un estudio completo para conocer la causa por la que una persona forma cálculos. Éstos pueden observarse en radiografías del abdomen, ultrasonido, urografía excretora o tomografía computada del abdomen.
El tratamiento depende de los síntomas y la situación de los cálculos al momento del diagnóstico. El médico especialista podrá ofrecer el mejor manejo con base en cada caso, la terapia puede incluir medicamentos para controlar el dolor y expulsar el cálculo o manejo quirúrgico, el cual puede realizarse por endoscopia urinaria, laparoscopia, cirugía percutánea y cirugía abierta.
La mejor decisión de tratamiento la debe tomar el especialista en urología junto con el paciente.