Por: Chano Rangel
Si usted vive en alguna ciudad de Tamaulipas, pero esta se encuentra en la margen sur del Rio Bravo, entonces ya se dio cuenta, de la gran cantidad de migrantes que se alojan en hoteles de mediano pelo, cuartos de renta, suites de bajo costo y vecindades en el peor de los casos.
Hoy lo llamaremos turismo migratorio, un grupo de seres humanos, que buscan mejores condiciones de vida, ese es quizá su único delito; ahí están cubanos, salvadoreños, nicaragüenses, hondureños y guatemaltecos. Hay de todo, hasta chinos y africanos.
Pero también hay niveles, los cubanos, hasta hace muy poco tiempo, contaban con el beneficio de la ley “pies mojados, pies secos” que Barack Obama, derogo y dejo sin efecto, este beneficio en automático de ser asilado político en Estados Unidos, con el simple hecho de pisar suelo norteamericano.
Desde Nuevo Laredo, hasta Matamoros, cruzando por Reynosa, el fenómeno migratorio se deja ver, pero ya no es trafico ilegal, aunque siga existiendo, ahora es para pedir asilo político. Y por ese motivo están en tiempo de espera, que sean llamados por las autoridades migratorias de Estados Unidos.
Pero hasta en eso hay niveles, los cubanos, en su mayoría con familia en la unión americana, reciben financiamiento para vivir en suite de bajo costo, departamentos, y algunos hoteles de mediano costo, los gastos son sufragados por sus familias, al otro lado del rio bravo.
En cambio, los centro americanos tienen atestado, los centros de migrantes, donde son atendidos, por algunas instituciones no gubernamentales y en Tamaulipas, por parte de los municipios y el mismo gobierno estatal, la federación, se olvido de ayudar a la migración, es el gobierno federal, quien les abrió las puertas de atrás de la casa, para dejar libre transito, pero sin que ayude a los estados y municipios fronterizos, convirtiendo a estas ciudad en verdaderos caos humanitarios, porque mientras eso pasa, ahora estas ciudades, se ven abarrotadas por el turismo migratorio.
En los últimos meses, es común ver, hospedados a cubanos sobre todo, en estas ciudades, vemos también como sus familias cruzan a dejarles el sustento, pero eso no es lo que importa, si no el total abandono, que la federación a tenido con este problemas y los gobiernos de las entidades.
Para muestra Romeo, a quien en breve platica, dice, que la migración no es tan jodida, lo jodido, es la política, que ha dejado este éxodo, en el limbo, y ahora hasta el presidente Trump, le quiere cobrar aranceles a México, por este motivo, y no poder controlar la migración por la vía mexicana a Estados Unidos.
Razón de sobra tiene Romeo, la política migratoria mexicana, aun no despierta del madrazo de Trump, la curva de aprendizaje, los a dejado atontados, y para colmo, el Presidente López obrador, en vez de enfrentar el problema, manda cartitas, “no pos si esta jodida la política”.
El miedo es latente, como lo describe, no podemos andar mucho en la calle, porque somos migrantes, pero es desesperante, esperar horas, días y semanas, esperando una llamada, solo una, y nada, a veces la desesperación se asoma, pero también el hambre, no tenemos nada en contra de México, estamos agradecidos, no somos delincuentes, solo queremos una mejor vida.
Mientras eso pasa, la federación, se hizo ojo de hormiga, y dejado al estado y al municipio, con esta pesada loza, que han tenido que sacar recursos extraordinarios, para hacerle frente al fenómeno migratorio.
Afectando también de paso, el transito en los cruces internacionales, que llegan hasta la 3 horas en las filas; y de paso mermando las arcas municipales, porque el costo de atender de entre 2 mil a 4 mil migrantes, no es tarea fácil.
Razón de sobra tiene Enrique Rivas, Maki Ortiz, y el mismo gobernador Cabeza de Vaca, de quejarse y exigir a la federación, asumir su compromiso económico y político, este momento álgido, en la migración.
De Aquello y lo demás…
Han pasado, ya casi 4 días de la elección en Tamaulipas, para renovar el congreso local, en Matamoros, fue la disputa más cerrada, el conteo voto por voto, dejo igual la cosas, Ivette Bermea y Héctor Escobar, al final del conteo, salieron triunfadores, a pesar de los pataleos del Tortillero Frías y del Mago Eliud. Que no terminan de asimilar su derrota.
Se conto, y se volvió a contar, el resultado es el mismo, pero a los morenos, nada los conformo, ahora aseguran se irán al TRIETAM (tribunal electoral, del estado de Tamaulipas) y presentaran su demanda ante este órgano.
También pueden pasara al TRIFE, en su sal regional de Monterrey, y también se pueden quejar en la ONU, en la Haya Holanda, y donde quieran, la derrota ya nadie se la quita.
Si no pintaron en la campaña, ahora pelean en la urnas, lo que no ganaron en su proselitismo, ni modo, en la vida se gana y se pierde, es el resultado de una competencia, si ya lo sabia, para que le entraban. Al tiempo.