Por Pegaso
Ya lo he dicho: No me jacto de ser adivino, oraculero, augur, pitoniso, arúspice, vaticinador, profeta, pronosticador, clarividente, zahorí, agorero, sibilino, nigromante, médium, quiromántico o hierofante, como muchos de mis compañeros columnistas.
Bajando de mi vuelo matutino, cierto día, me puse a escuchar las profundas y sesudas deducciones que dos de ellos hacían de los últimos acontecimientos políticos de la ciudad.
Que si Fulanito es amigo de aquel, que si en las pasadas elecciones el Gobernador quería que ganara Menganito, que si Perenganito pertenece a tal grupo político…
Todo lo embrollan y desembrollan de manera maravillosa mis amigos los anolistos de la política.
Pienso que si se dedicaran a jugar ajedrez, Kasparov les quedaría pendejo.
Es más, si se aventaran una partida de póker, sacarían seguidilla de diez ases, y si billar, harían carambola de cinco bandas..
¡Tan maravillosos y centrados me parecen sus comentarios, que realmente siento envidia de la buena! (Nota de la Redacción: Va una corrección para Pegaso. En realidad no existe envidia de la buena o de la mala, simplemente eres envidioso y punto).
En los últimos días he escuchado muchas interpretaciones de lo que ocurre o está por ocurrir en el Municipio y el Estado como consecuencia lógica de los aconteceres políticos.
Ayer mismo el ex diputado local, Leonel Cantú Robles mencionaba en morrocotuda y chimengüenchona rueda de prensa que los tiempos electorales se nos vienen encima y que ya no habrá mucho margen para seguir atendiendo las necesidades de la comunidad.
Ahora todo va a ser propaganda, promesas, giras, mítines, candidatos cargando chamacos chamagosos y besando de cachetito a las viejas fodongas, políticos que le entrarán a los frijolitos con tortilla para demostrar que también saben codearse con la raza mahuacatera.
Yo me rebano los sesos para pensar cuál será el panorama, cuáles los actores y cuáles los resultados de la jornada electoral que culmina el primero de julio.
De entrada, y desde mi muy particular perspectiva, el PAN debe ganar en Reynosa. Bajo la premisa de que se trata de la joya de la corona para ese partido por ser el Gobernador originario de este terruño, pienso que le echarán toda la carne al asador.
Por otro lado, ya se perfila la fórmula de peso pesado que buscará el voto ciudadano a partir del mes de abril: Jesús María Moreno Ibarra, para Presidente Municipal, Maki Ortiz Domínguez, para Diputada Federal por el Distrito 2 y posiblemente el priísta Ernesto Robinson Terán, por el Distrito 9.
Mientras tanto, en el PRI se apuntaron varios prospectos, pero parece que Aída Zulema Flores Peña la tiene casi segura para Diputada Federal por el Distrito 2 y Gustavo Rico De Saro para el 9.
Aún para los picudos anolistos de café, todavía es un misterio quién será el candidato o candidata a la Presidencia Municipal por ese partido.
Yo me inclino a pensar que iría la aún Diputada Federal María Ester Camargo Félix por ser la aspirante natural, pero en estos tiempos ya nada es seguro.
Y por MORENA, va mi apreciado compadre Armando Zertuche Zuani, si no se logran poner de acuerdo con Rigoberto Garza Faz y su tío Ramiro en la cúpula lopezobradorista
¿Ven? Pocas elucubraciones realmente válidas surgen de mi estéril cacúmen.
Mejor los dejo con el refrán estilo Pegaso que a la letra dicta: «En la medida en que adquiero conocimiento de la praxis política, en una mayor proporción estimo a mi mascota canina». (Cuanto más conozco a los políticos más quiero a mi perro).