Por Pegaso
Desde acá arriba, sentado en mi cumulonimbus favorito, veo y analizo la forma en que nuestro sistema económico, social y político evoluciona.
No sé si para bien o para mal, pero México ya no es el mismo que hace poco más de un año.
En algunos aspectos, nos estamos acercando al modelo gringo, donde se supone que la ley se cumple al pie de la letra y no se tolera la corrupción (al menos, hasta que se sabe).
Ayer escuché que la Cámara de Senadores recibió la propuesta para legalizar y reglamentar el uso de la marihuana, incluyendo el recreativo, como ocurre en gringolandia.
En México se pretende reformar el Código Penal y la Ley de Salud para permitir que cualquiera pueda fumarse un churrito, siempre y cuando no tenga en posesión más que cierta cantidad de hierba.
En Estados Unidos la gran mayoría de los ciudadanos de doce años para arriba, hombres y mujeres, se avientan su cigarrito de canabis. Puede que suene exagerado, pero el de los Estados Unidos es el mercado más grande del mundo para todo tipo de drogas, precisamente por la enorme demanda de su población adicta.
Y si de armas se trata, también vamos volando hacia el sistema norteamericano.
En ese país, gracias a la Segunda Enmienda de su Constitución, cada persona, incluyendo los niños de pecho, pueden andar armados hasta los dientes sin que nadie les diga nada.
Ya hemos comentado en este mismo espacio que el sustento de esa ley es que en aquellos tiempos, después de lograr su independencia de Inglaterra, el Gobierno estaba temeroso de que el país europeo intentara reconquistar el territorio perdido. Y con la gringada armada, no le iba a ser fácil obtenerlo.
En un boletín informativo que me hizo llegar la Cámara de Comercio de Matamoros, el Presidente de la misma declara que si no se permite el uso de armas a los ciudadanos, vista la situación de inseguridad que prevalece, entonces ellos, los comerciantes organizados, promoverán la creación de autodefensas.
Recordemos que más allá de nuestra frontera, grupos de personas armadas conocidos como Minutemen, acechan a los mojaditos para jugar con ellos al tiro al blanco, cuando éstos atraviesan sus tierras.
Se trata técnicamente hablando de autodefensas.
En ambos aspectos, en el de la posible legalización de portación de armas y drogas, como que nos vamos pareciendo a los güeros, a pesar de tener ahora un gobierno socialista con más coincidencias ideológicas con Rusia y China que con los Estados Unidos.
Sólo como aportación cultural. La propuesta que recibió el Senado sobre el uso medicinal y lúdico de la marihuana, incluye la creación del Instituto Mexicano de la Cannabis, en el cual pondrían como Director posiblemente a Norroña o a Paco Ignacio Taibo, para que estén en su elemento.
Se permitirá la portación de hasta 28 gramos de mota para consumo personal e inmediato, y si nos pasamos de esa cantidad, habrá multa. Si portamos más de 200 gramos, habrá cárcel, así que hay que llevar siempre nuestra basculita bien calibrada.
También, gracias a la magnanimidad de nuestros legisladores, la pena por traficar el estupefaciente, que era de entre 10 a 25 años, baja de 5 a 10 años.
Nos quedamos con estos datos en mente y vámonos con el refrán estilo Pegaso: “¡Proceda a proporcionarme el doble macho cabrío servicio!” (¡Hágame el recabrón favor!)