Por Pegaso
Monografía de frases célebres de comerciales de televisión que todos recordamos:
1.- «Pero esa… es otra historia». Se transmitía por el Canal 5 XHGC. La nana Goya relataba una historia de familia y de cómo disfrutaban de la vida al tener una cuenta de ahorros Inverlat. Al último mencionaba a un miembro más de la familia y terminaba con la famosa frase.
2.- «Jaimeeee, el niño tiene sed y no hay naranjas». Claro. Era un comercial de Tang. Un eficiente y acartonado valet estilo inglés es llamado por la lady y éste responde, abriendo la solapa de su smoking, donde hay una variedad de sobrecitos para preparar limonada.
3.- «Todo queda más fragante y oloroso». Dos madres jóvenes se encuentran en la casa de una de ellas. Al pasar por la cocina, tienen que abrirse paso entre una cortina de flores creadas por computadora, e igualmente, cuando llegan al comedor y al baño. ¿El secreto? ¡El nuevo Fabuloso!
4.- «No, Vel Rosita». Una correteable chica lava su ropa con Vel Rosita. Antes de salir de su casa con su ropa oliendo a nuevo, le pregunta su papá: «¿Estrenando?» y la mamá le contesta: «No, Vel Rosita». De ahí en adelante, a todos los que alguna vez alguien nos ha preguntado si estamos estrenando, la respuesta siempre es la misma.
5.- «Con el cariño de siempre… Bimbo». El pinche osito salía desfilando delante de los panqués de pasas y de nuez, los bimbuñuelos, las conchas, los roles de canela, las donas, las mantecadas y toda la comida chatarra que nos metía la empresa Bimbo en cada comercial. Ya lo vomitábamos.
6.- «A que no puedes comer sólo una». Yuri en un concierto. De repente, un chavo de lentes se come una papa frita e interrumpe la canción con el característico sonido. Yuri se acerca a él y le quieta la bolsa de papas, para después morder una ruidosamente, provocando la euforia de la gente que… ¡también están comiendo papas fritas!
7.- «Pa-pa-pá paleta pa-pa-payaso». Unas paletas Payaso bailando, un niño y una niña que le dan una mordida y de inmediato aparecen maquillados mientras sonríen, al disfrutar del sabor de la golosina marca Ricolino.
8,- «A Duvalín no lo cambio por nada». El chiste de de esta natilla es que venía en dos sabores en el mismo recipiente de plástico. El chamaco agarraba la cucharita y la embadurnaba en uno de los sabores y después en otro, o combinaba ambos en distintas cantidades. Los comerciales terminaban con la pegajosa frase cantadita.
9.- «Si no tiene hoyo, no es salvavidas». Se referían a unos dulces en forma de dona, por supuesto. Después que se hizo popular, empezó a dársele a la frase una connotación medio erótica.
10.- «¿Y la Cheyenne?» Una frase un poco más actual. Un niño pequeño acompañado de su papá, un sujeto mostachón de mediana edad quien le muestra desde una colina los límites de su rancho y le dice. «M’hijo, algún día todo esto será suyo». Y el avispado párvulo le contesta, mirando la potente camioneta que está ahí cerca: «¿Y la Cheyenne?» Como respuesta, el ceñudo individuo le vuelve a repetir: «Todo esto será suyo» (menos la Cheyenne, por supuesto). Creo que hasta hubo una parodia, donde Vicente Fernández le repite la frase al Potrillo y éste último dice, con voz tipluda: «¿Y Chayanne, apá?»
11.- «El que hace chaca-chaca». Un comercial del detergente Ariel. Un viejón va a una azotea donde están lavando ropa dos fodongas. Les propone hacer una prueba: En una tina vierten el detergente que siempre usan y en otra, Ariel. Se ve cómo la tina donde se puso Ariel se mueve, como si fuera lavadora automática. Miuchas sí se lo creyeron. (En Reynosa, El Gordo Elías se inspiró para elaborar su conocida frase en la columna «Pájaros de Cuenta, de La Tarde, cuando la policía sorprendía a una parejita de enamorados haciendo travesuras: «Estaban haciendo chaca-chaca sin lavadora automática».
12.- «¡Pega de locuraaaaa!» Un trabajador en un edificio en construcción pega su casco a una barra de acero con cola loka. Una sola gotita basta para quedar suspendido a varias decenas de metros del suelo. Me asombra que algún zafado no haya querido hacer lo mismo ya que el anuncio no incluía la trillada advertencia.
Muchas de esas frases quedaron en el vocabulario popular y en el inconsciente colectivo. ¿Cuántas recuerda usted?.