Por Pegaso
Corcholata: En El Salvador, Honduras y México, tapón metálico de las botellas. (Real Academia Española). También se le conoce como chapa en España y Sudamérica, en Panamá como platillo y en Ecuador como sillo. Es un complemento de botellas de vidrio o aluminio, generalmente de bebidas, que sirve para taparlas en fábrica, como por ejemplo, la botella de cerveza. No puede ser reutilizada y para abrirlas el consumidor debe usar preferentemente un abridor, aunque algunos tipos más modernos se pueden girar con la mano para abrir (twist-of). Fue inventada por William Painter en el año 1891.
En mis años mozos, las corcholatas eran precisamente eso: Tapas que tenían corcho en la parte interior para sellar mejor el contenido de las botellas.
Luego el corcho vegetal fue sustituido por una capa plástica que cumplía la misma función.
En aquellos tiempos, las compañías refresqueras como la Coca Cola sacaban promocionales donde imprimían figuritas sobre el plástico. Se adquiría en la tienda de la esquina una plantilla donde se iba pegando cada corcholata, de acuerdo con la figura, hasta llenarla y después canjearla por algún juguete.
En Navidad acostumbraban hacer lo mismo, pero con figuritas navideñas. ¡Eran buenos tiempos!
En aquellos años, estoy hablando de 1975, se proyectaba una película llamada Bellas de Noche (Director: Miguel M. Delgado. Año de estreno: 1975. Protagonistas: Sasha Montenegro, Jorge Rivero, Leticia Perdigón, Lalo De la Peña “El Mimo”, Carmen Salinas y Rosa Carmina), donde Carmen Salinas, actual diputada federal, hacía el papel de una borrachita lépera conocida como “La Corcholata”, por estar pegada siempre a la botella.
Una corcholata no es cualquier cosa. Al ser objetos físicos que fácilmente se pueden guardar, son muy coleccionables, y hay personas que pagan verdaderas fortunas por algunos ejemplares raros.
Así pues, cuando el Pejidente ALMO dice que él solo se encarga de destapar la corcholata, pero el pueblo será el que elija su favorita, no se está refiriendo al mencionado objeto que sirve para tapar recipientes de vidrio, sino a sus posibles sucesores en el 2024.
Hasta esta mañana me di cuenta de ello. Por más vueltas y vueltas que le daba al asunto, no podía yo conocer con certeza a qué se refería el Peje del Ejecutivo cuando dijo: ”Yo soy el destapador y mi corcholata favorita va a ser la del pueblo, esa es la regla. La gente va a decidir”.
Las corcholatas que ALMO ha puesto sobre la mesa, hasta ahora, son: Claudia Shikitibum, el carnal Marcelo Ebrand, Juan Ramón De la Fuerte, Estaban Montezuma, Gatiana Clouphier y Rocío Mahle, personajes del autollamado “flanco progresista liberal”.
Quedan fuera de la plantilla, por supuesto, Rucardo Montreal y Frenández Norroña. El Pejidente les dijo: “¡Fuchi, caca!”, por mamones y por jugarle la contra en las pasadas elecciones, en el DF.
Una vez definida la cuestión semántica, es preciso establecer el significado político de tan jocosa y morrocotuda afirmación: “Yo soy el destapador y mi corcholata favorita va a ser la del pueblo, esa es la regla”.
O sea, que el pueblo va a tener qué conformarse con las corcholatas que el Tlatoani se digne a presentar, o a destapar, aunque dice que ya no hay tapados.
Ahora que, esas son las corcholatas que presenta el Chairo Mayor. Faltan las que propongan los partidos políticos de la oposición.
Para el 2024, cuando ocurra el proceso electoral para cambiar de Presidente de la República, diputados federales, senadores y gobernadores, voy a proponer un bonito juego inspirado precisamente en aquellas plantillas de la Coca Cola, donde se tenían que pegar las corcholatas con las figuritas navideñas.
Gestionaré para que el gobierno de la 4T autorice una partida especial para la impresión, ya no de boletas electorales, sino de cuadernillos donde podamos pegar las corcholatas con la efigie de cada uno de los candidatos.
Después, el INE procederá a contabilizarlas y a dictaminar cuál de ellas tuvo mayoría.
Así, en lugar de que los perdedores pidan “voto por voto, casilla por casilla”, solicitarán: “Voto por voto, corcholata por corcholata”.
Y así, todos felices y contentos.
Va pues el refrán estilo Pegaso, cortesía de La Corcholata Carmen Salinas: “Abstente de elaborarla de flatulancia, pequeño vástago mío”. (No la hagas de pedo, m’hijito).