Por Pegaso
Estaba yo recostado en mi mullido cumulonimbus, después de mi vuelo vespertino, cuando me enteré de la última declaración del Papa Pancho con respecto a la situación de violencia que prevalece en nuestro país.
«El diablo le tiene bronca a México», es la frase que salió de su ronco pecho.
Cuatro años atrás había dicho algo semejante al señalar que el diablo le tiene bronca a México como venganza por ser un pueblo totalmente entregado a la virgen de Guadalupe.
Y tal vez tenga razón.
Cada que se arma una buena balacera, los reynosenses dicen con resignación: «Ya se soltó el diablo».
Las quemazones, bloqueos, corretizas, ponchallantas, secuestros, asesinatos y todo lo demás, lo hemos asociado a los grupos de la delincuencia organizada, pero ahora, bajo la óptica del boludo pontífice, debemos pensar que se trata de la intervención directa del maligno, puesto que, asegura, no se pueden explicar de otra manera las cosas que pasan en este país.
A fin de que el pueblo en general conozca quién es el enemigo, el Equipo de Investigaciones Especiales de Pegaso (EIEP) se dio a la tarea de identificar a los demonios que andan haciendo desmanes y rompiendo todos los tejidos sociales habidos y por haber.
He aquí la lista de diablos que tienen azorrillado a todo el país:
-Asmodeo: Asociado a los excesos carnales, la sensualidad y la lujuria.
-Astaroth: Es un demonio seductor que persuade mediante la pereza, la vanidad y las filosofías racionalistas.
-Azazel: Enseñó a los hombres a fabricar armas de guerra y a las mujeres el ocultismo y el uso de cosméticos.
-Balaam: Es un demonio relacionado con la avaricia, la codicia, el poder y la maldad.
-Behemot: Es sumamente poderoso y capaz de adoptar la forma de cualquier bestia.
-Belcebú: Es el príncipe de los demonios.
-Cimejes: Es el gobernante de todos los espíritus africanos.
-Damballa: Es un demonio primitivo y deriva del vudú africano.
-Mammon: Su nombre significa «riquezas» e induce a la avaricia.
-Astaroth: Protector de los delatores.
-Asmodeo: Es el superintendente de las casas de juego y su función es la de sembrar el error y la disipación.
-Satanás: Es el principal «capo» del Infierno.
Hay como chorromil diablillos más que andan de acá para acullá, sembrando el miedo entre los mexicanos, según el Papa Pancho.
Pero ni yendo a bailar a Chalma, ni acudiendo a hacerse una limpia con el Brujo Mayor podrá México salir de tal trance.
Aquí se requiere un exorcismo mayor, y aunque muchos consideran que la Guardia Nacional podría ser el antídoto contra los violentos, difícilmente podremos salir del esta situación con tanto chamuco en las calles.
Quédense con el refrán estilo Pegaso que dice: «¡Falla, falla, demonio de prominente abdomen!» (¡Císcala, císcala, diablo panzón!)