Por Pegaso
Volando bajo por allá, cerquita del río Bravo intentando ver si ya llegaron los cinco mil militares enviados por el Gobierno de Estados Unidos para cuidar la frontera, me puse a escuchar las últimas noticias relacionadas con el tema de la migración.
El Führer Trump lo ha dicho: Nadie entra a los Estados Unidos.
Apuesto a que con esa postura autocrática y xenofóbica, el siniestro personaje prepara ya el camino para la integración del Cuarto Reich.
Sí. Su abuelito teutón estaría orgulloso de ver cómo convierte a ese país en un remedo de la Alemania Nazi.
Al Trompas, como se le dice de cariño en México, desde hace muchos años se le relaciona con el nazismo.
La Agencia AP señala en un artículo del 2016 que el entonces candidato a la Presidencia de EEUU recibió el apoyo del Partido Nazi de los Estados Unidos, y anteriormente otros grupos extremistas blancos, como el Ku Kux Klan y la Asociación Nacional del Rifle también manifestaron su simpatía por él.
El periódico Excélsior publica, también con información de AP, una nota con el siguiente encabezado: «Aparece Trump haciendo saludo nazi en revista alemana», refiriéndose a la portada de la revista Stern donde se ve al Trompas cubierto con la bandera norteamericana y con la mano derecha levantada al estilo de la Alemania de Hitler. Más claro, ni el agua.
¿Cómo podemos estar tan seguros del inminente surgimiento del Cuarto Reich en territorio gringo?
Si la historia no miente, cuando Hitler tomó el poder en Alemania, instaló un régimen totalitario.
Una de las primeras acciones fue cerrar las puertas de su país a las razas que se consideraban inferiores, como los judíos.
Los que ya estaban dentro sufrieron una fuerte persecución, hasta el exterminio. A esa etapa se le conoce como el Holocausto Judío.
En los últimos días el Trompas ha lanzado mensajes racistas por Twitter y todos los medios a su alcance, diciendo a los migrantes centroamericanos que no van a entrar a su país por la fuerza. (Qué, ¿no es hijo también de migrantes?)
En una segunda etapa empezaría una política de persecución, con la ayuda de sus cuatachos del Ku Kux Klan y la Riffle Association, y finalmente buscará controlar el Congreso de su país para instaurar un régimen totalitario, un nacional socialismo basado en la premisa populista de «Primero América».
Dicen quienes saben-yo no puedo afirmarlo porque no tengo más datos a la mano que los que escuché en una de tantas pláticas de café- que los gringos locos que se hacen llamar Minuteman, ya están preparando sus carabinas y armas de francotirador para jugar a tírele al blanco con los migrantes hondureños y guatemaltecos, cuando pretendan cruzarse el río bravo.
Los Minuteman son granjeros que bajo el pretexto de cuidar sus tierras, disparan sobre todo aquel que se atreva a invadir su territorio, y, efectivamente, muchos pertenecen a la Riffle Association o son miembros del KKK.
Otra de las coincidencias con la Alemania Nazi, donde las personas de raza aria pura tenían permitido matar judíos como si se tratara de cucarachas.
En fin. Hay mucho que decir de este tema, pero conforme se vayan presentando los hechos los iremos comentando, adelantándonos un poco a Los Simpsons, a Walter Mercado, al Brujo Mayor y a Nostradamus.
Quédense mis dos o tres lectores con el refrán estilo Pegaso que dice: «¡Procediste a aseártela!» (¡Te la bañaste!).