Por Pegaso
Ahora que estaba analizando el tema de los gobernadores rebeldes que quieren separarse del Pacto Federal y hacer una nueva república, para dejarle al Pejidente ALMO toda la parte sur del país, que es donde sí lo quieren, recordaba yo la plática que tuve con un amigo hace pocos días.
Fue ahí, después de esa plática, que se me ocurrió la más brillante y nunca vista idea que traerá beneficios inimaginables a los habitantes de los estados norteños que actualmente quieren más recursos pero que Papá Gobierno se niega a soltarlos.
La ideota que tengo es que en lugar de una república bananera independiente, nos anexionemos al pujante y progresista Estado de Texas.
De esa manera, la raza que vive en esta castigada y ninguneada región ya no necesitará gastar tres mil o cuatro mil pesos para pagar una visa láser, y podremos pasar a McAllen con sólo decirle al güero que cuida la caseta: «American citizen».
Y así, de un plumazo, nos convertiremos en gringos gabachos, tendremos derecho a una Green Card, a las estampillas que da el Gobierno de gringolandia y a los 1,500 dólares como apoyo por el COVID-19.
Deveras que los gobernadores de Chihuahua, Baja California, Sonora, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa y Jalisco nos harían un gran favor a más de 50 millones de mexicanos.
Además, también es algo que le conviene al Presidente de los Estados Unidos, El Trompas, porque si nos da un empujoncito de aquí a noviembre, segurito que vamos a votar para que siga al frente del Gobierno de su país.
Así que es un ganar ganar: ALMO se queda con sus queridos chairos, los gobernadores no tendrán que hacer engorrosas asambleas constituyentes, nosotros ganaremos en dólares y El Trompas tendrá su reelección.
Desde hace muchos años la región del norte de México y el sur de los Estados Unidos, específicamente Texas, tenían la idea de formar una sola nación, bajo el nombre de República del Río Grande.
Sobran en Internet -y ahora más, con la calentura que traen los gobernadores rebeldes-, páginas enteras dedicadas al tema separatista.
Algunos de los sitios más famosos son:
-La República de Aridoamérica.
-La separación de Yucatán.
-La separación de Baja California.
-La República del Norte de México.
Este corresponde al último caso de intento de separación. Los Estados norteños argumentan que el centralismo del Gobierno Mexicano se lleva la gran mayoría de los recursos que se producen vía impuestos.
Recientemente exigieron un Congreso Hacendario para replantear la forma en que se debe repartir el presupuesto tomando en cuenta la productividad de cada entidad federativa.
Actualmente, Estados del sur del País reciben más dinero del que aportan, en tanto que los gobiernos que más impuestos generan, se tienen que contentar con subsidiar a los que son deficitarios.
Entonces qué, ¿nos hacemos o no nos hacemos gringos?
Y el refrán estilo Pegaso dice así: «A quien corresponde seccionar y asignar, se adjudica el más ventajoso segmento». (Al que parte y reparte le toca la mejor parte).