Por Pegaso
¡No se hagan bolas! La próxima gobernadora de Tamaulipas será mujer, por el tema de la equidad de género.
Un factor que desde hace dos o tres elecciones está presente al momento de definir qué personaje ocupará tal o cual candidatura es la cuota de género. También hay cuota de diversidad sexual, de jóvenes y de grupos étnicos.
Sin embargo, considero que ya toca a Tamaulipas tener una varona que lo guíe por el camino del progreso, luego de seis años perdidos.
Me atrevo a decir que la próxima gobernante tamaulipeca tendrá las siguientes letras iniciales en su nombre: MEOD o CLCR.
Si es MEOD, yo le recomendaría que, si llega a la silla grande, ya no le haga caso al viejito aquel, maestro y gran orador que siempre decía: “¡Con el marco espléndido de su presencia…!” Que se presente como Gobernadora, no como Gobernador.
Actualmente, en cada acto público, cuando el locutor o locutora hacen la presentación, siempre dicen: “La Presidente Municipal de Reynosa…”, cuando es sabido que por 280 años el gobierno municipal fue encabezado por hombres y cuando llega una mujer… ¡se presenta como si fuera un varón!
No la veo en un evento público, allá, en la plaza que está frente a Palacio de Gobierno, diciendo la locutora o el locutor: “Y ahora con ustedes la Gobernador de Tamaulipas, MEOD”.
Lo correcto será: “Y ahora con ustedes la Gobernadora de Tamaulipas, MEOD”.
Zanjado el tema lingüístico y semántico, nos vamos al intrínguilis de la política.
Si el partido MORONA decide postular a una mujer por equidad de género, solo hay esas dos posibilidades.
Pero si a final de cuentas es un hombre el que lanzarán al ruedo, aquí sobran tiradores, desde el popular “Guasón” hasta el siempre imitado, pero jamás igualado “Perro Pantorrillero”, pasando por la “Borrega”, “El Calabazo”, el “Capitán Américo” y otra veintena de aspirantes que han levantado su dedito.
Casi, casi estoy seguro que si hoy fueran las elecciones para gobernador, MORONA se volvería a llevar entre las patas al PUN, como ocurrió en las recientes federales y locales.
Vamos a ver si de aquí a junio del año próximo la figura presidencial aguanta las arremetidas de fifíes, neoliberales, conservadores y aspiracionistas.
Hasta ahora hemos visto que el Pejidente tiene una cubierta sanforizada, como si fuera una capa de teflón, porque nada se le pega.
Ya pasó aquel episodio de la liberación de “El Chapito”, ya pasó la masacre de los migrantes de Camargo, ya pasó la tragedia del metro, ya pasó el exabrupto con las clases medias, ¿y ahora qué sigue?
Todo es cuestión de esperar, porque si hasta ahora el Peje del Ejecutivo ha salido bien librado, no siempre va a contar con tanta suerte. En una de esas la va a cagar tan feo que hasta los propios chairos podrían darle la espalda.
Pero mientras eso no suceda, todavía le quedan como tres años y cacho para seguir imponiendo sus ideas transtormadoras.
Porque, si como él dice, “hasta las piedras cambian”, no sé por qué no lo aplica en su propia persona, en temas en los que evidentemente está equivocado, como la necedad de conservar las “mañaneras”, el uso electorero del presupuesto, la eliminación de programas y fideicomisos y, por supuesto, el terrible divisionismo de la sociedad que provoca un día sí y otro también.
Decía que si el Pejidente conserva su feeling entre las clases marginadas, que son la mayoría, entonces el candidato que postule MORONA para Gobernador de Tamaulipas, sea hombre o mujer, tiene el triunfo asegurado.
Yo voy más por que sea una mujer. Así se les bajará la calentura por un rato a todos aquellos aspiracionistas que buscan despacharse con la cuchara grande.
Y por hoy los dejo con el refrán estilo Pegaso que a la letra dice: “Posee mayor tracción una unidad capilar de fémina que una dupla de bestias de tiro”. (Jala más un pelo de mujer que una yunta de bueyes).