Por Pegaso
Recién veía, en la última clase sabatina de la carrera de LCCP, en la Universidad Tamaulipeca, con el maestro Jorge Peña, cómo los líderes de opinión llegan a influir en el modo de pensar, de comportarse y de consumir de millones de personas alrededor del mundo.
Hasta antes de la popularización de las redes sociales, los líderes de opinión eran los políticos, artistas, deportistas, periodistas y toda aquella persona o institución que tenía algún tipo de autoridad sobre determinado tema.
Las nuevas tecnologías permitieron una revolución en la manera de relacionarnos con los demás, y pronto nació un nuevo tipo de líder de opinión: Los influencers.
Ser influencer implica tener miles o millones de seguidores en nuestras cuentas de Facebook, Twitter, Instagram y demás redes sociales.
Para ser influencer es indispensable tener ciertas características, como una habilidad innata para la comunicación, ser originales y desarrollar temas de interés para determinado sector de la población.
Algunos tienen suerte y pegan pronto, en tanto que otros deben ser persistentes para lograr su propósito.
Hay quienes inician su vida de influencers con un solo video o contenido que se volvió viral.
La ventaja de un influencer es que pronto, en base a la cantidad de visitas y likes que se reciben en la cuenta, las empresas de publicidad dirigen su mirada hacia esa persona y empiezan por ofrecerles algún convenio.
El mismo sistema los premia con cierta cantidad de dinero por cada mil visitantes, o algo así, pero la mayor parte de los ingresos de un influencers, sin lugar a dudas, es la publicidad.
Por ejemplo, Luisito Comunica, el segundo influencer con más seguidores en México, después de Yuya, se da el lujo de ir a África, a algún país asiático o a donde quiera, con todo pagado, cortesía de sus patrocinadores.
Hay quienes viven a todo lujo gracias a las ganancias de la red.
La siguiente es la lista de los influencers con más seguidores en nuestro País:
-Yuya, 23.5 millones de suscriptores.
-Luisito Comunica: 22.7 millones.
-Los Polinesios: 18.6 millones.
-Kimberly Loaiza: 17.4 millones.
-Werevertumorro: 16.3 millones.
-Juan de Dios Pantoja: 15.3 millones.
-CaEliKe: 15,2 millones.
-DeToxoMoroxo: 11.5 millones.
-Vete a la Versh: 9.7 millones.
A nivel mundial, la página de Facebook APP encabeza la lista de seguidores, con 211.8 millones.
En cuestión de personalidades:
-Cristiano Ronaldo: 146.3 millones.
-Shakira: 108.7 millones.
-Mr. Bean: 104 millones.
-Will Smith: 103.8 millones.
-Vin Diesel: 103 millones.
-Leonel Messi: 101.8 millones.
Después de los influencers vinieron los tik tokeros, un galimatías que no se sabe ni para qué sirve, pero es muy popular entre los jóvenes y no tan jóvenes:
A nivel mundial, destacan algunos de ellos, como Charli D’Amelio, Adison Rae, Zach King y Bella Poarch.
Son fenómenos relativamente nuevos. El ser humano siempre ha sido muelle, siempre quiere que les den las cosas peladitas y en la boca. Así que los influencers y tik tokeros es lo que les dan a las masas: material muy digerible y hasta cierto punto irrelevante.
Tal es la diferencia con los verdaderos líderes de opinión, que saben de lo que hablan y además, lo dicen con la autoridad que les dan los años de arduo trabajo y el estudio constante.
Yo por eso no sigo a ningún bloguero, tik tokero o influencer. No quiero ser parte de las legiones de ratas que siguen al Flautista de Hamelin.
Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso: “Posee mayor valor intrínseco la cavidad cefálica de Mus musculus en comparación con el apéndice caudal de Felis leo”. (Vale más cabeza de ratón que cola de león).