Por Pegaso
Aparte de manejar un lenguaje ambiguo, de tener una extraordinaria capacidad de manipulación, de poseer una gran astucia, de vivir en la opulencia, pero aparentar lo contrario, de exigir austeridad a los demás, pero no a su familia y a él mismo, el dictador modelo es sumamente longevo.
Dos ejemplos históricos me vienen a la mente: Porfirio Díaz, que falleció a los 85 años, después de gobernar a los mexicanos durante más de 30, y Fidel Castro, que murió a los 90 años tras tiranizar a Cuba durante 52.
Otros ejemplos son:
-Jalifa bin Salman Al Jalifa, de Baréin, que murió a los 85 años tras 48 de gobierno.
-Chiang Kai-shek, de Taiwán. Colgó los tenis a los 88 años y gobernó durante 46.
-Kim II-sung, de Corea del Norte, falleció cuando tenía 82 años, luego de mandar galleta en su país por más de 45 años.
-Yunjaagiyn Tsedenbal, de Mongolia, murió a los 69 años y gobernó durante 42.
-Omar Bomgo, de 74 añitos, lo tuvieron que aguantar los habitantes de Gabón durante 41 años.
-Enver Honxha, de Albania, vivió 77 años y gobernó durante cuatro décadas.
-Francisco Franco, de España, chupó faros a los 83 años y gobernó el país de los baturros durante 39 largos años.
-Éamon de Valera, dictador de Irlanda durante 38 años, falleció a la “tierna” edad de 93 años y gobernó su país durante 38.
-Gnassingbé Eyadéma, de Togo, murió a los 68 años y gobernó con mano de hierro aquel país durante 37 años.
–Josip Broz, “Tito”, de Yugoslavia, se lo cargó la calaca cuando el angelito tenía 98 años y tras haber gobernador a su país durante 36.
–José Stalin, de la extinta Unión Soviética, murió a los 75 años tras gobernar el país de los cosacos por 30 años.
Y así, la historia nos muestra a unos cien líderes de regímenes no monárquicos con los mandatos más largos en la historia reciente de la Humanidad.
Aún siendo tan longevos, los dictadores se sienten chamacos de 20 años, creen que son unos tremendos sementales y que vivirán para siempre, porque tienen una bola de lambiscones que los hacen sentir super chingones.
Como ocurre con Bladimir Putin, de 69 años, quien lleva en la actual Rusia “apenas” 9 años de ser el mandamás y sigue al frente del gobierno sin dar lugar a una transición democrática.
Hay que ser sinceros y reconocer que no todos ellos fueron unos torquemadas en sus respectivas naciones.
Hay quienes llegaron a ser queridos, por su estilo de gobierno, pero el hecho de mantenerse en el poder es un vicio al que todos los aquí nombrados sucumbieron.
“Es que Diosito me mandó para que los gobernara”,-decían algunos.
“Es que sin mí, el país se caerá en pedacitos”,-decían otros.
“Es que si no soy yo, no será nadie”,-argumentaban quienes se valían de la fuerza para seguir en el poder.
Lo que realmente caracteriza a un régimen democrático es la posibilidad de que los gobernantes sean electos sin simulaciones, y que además exista la transición pacífica.
Durante 85 años, México vivió una seudodemocracia que más parecía dictadura, porque cada Presidente decía quién sería su sucesor.
Y como las palabras se las lleva el viento, hoy no podemos creer que el actual régimen solo vaya a durar los 6 años que constitucionalmente se le otorga, porque además hay signos inequívocos de que estamos entrando en un estado totalitario.
La historia nos enseña mucho. Analícense las características de este gobierno con las de todos esos dictadores y veremos cuán cerca estamos de seguir sus pasos: Polarización del país, adoración de la figura del líder carismático, neutralización de la prensa, lavado de coco, persecución de los oponentes y control férreo de las instituciones, entre otros.
Viene el refrán estilo Pegaso: “¡Añejos los accidentes orográficos, y aún poseen capa vegetal!” (¡Viejos los cerros, y todavía reverdecen!)