Por Pegaso
¡No lo podía creer! Desde acá, desde mi gélida nubecilla viajera, trato de digerir la noticia, pero se me hace un nudo en el estómago, me da prurito y siento ñáñaras de sólo pensar en ello.
Situación semejante sólo la viví cuando Lucerito se aventó un pedo, cuando Juan Gabriel se cayó del escenario y cuando Vicente Fernández le dio un beso de trompita a su hijo, El Potrillo.
Me da pena ajena y realmente me resulta difícil de creer: ¡Lupillo Rivera le fajaba a Belinda!
Pe-pe-pero, ¿cómo es posible eso?¿Será sólo un truco publicitario para vender más discos? ¿Habrá perdido Belinda alguna apuesta y la está pagando? O está más loca que una cabra.
Un individuo tan feo que pegarle a Dios con manopla, calvo, bigotón, panzón, y además, cincuentón, difícilmente puede haber conquistado a un bombón como Belinda, con sus despampanantes 30 añitos y su curvilínea silueta.
Ni aún pensando en aquella canción de José José, “40 y 20” se puede justificar tal aberración.
Ahora bien, a lo mejor como dice el dicho, “la suerte de la fea la bonita la desea”, en este caso, el feo; tendríamos entonces un ejemplo de pareja dispareja muy al estilo de “la Bella y la Bestia”.
Puede que Lupillo sea a toda madre, que tenga un alma bondadosa y transparente, pero yo creo que aquí sí la regaron gacho los que inventaron ese supuesto romance.
Y si hubo algo en serio, realmente terminó muy pronto.
Más bien creo que hubo una lanilla de por medio, aportada por el canijo de Lupillo para que Belinda se prestara a una relación ficticia.
No es la primera vez que se hace en el mundo del espectáculo y hasta el tema se ha llevado a la pantalla grande.
Pero si a final de cuentas resulta que sí, que la correteable y juvenil cantante sí estaba enamorada de Lupillo hasta los tuétanos, entonces estamos en el mundo del revés, lo que a nosotros los feos nos da la esperanza de que podemos, si nos lo proponemos, conquistar el corazón de Megan Fox (Transformers), Scarlett Johansson (Avengers), Mila Kunis (American Psicho 2), Margot Robie (Suicide Squad), Jennifer Lawrence (The Hunger Games) o Kaley Quocco (The Big Bang Theory).
Eso me recuerda un chistorete que dice así: Un sujeto más feo que Danny Trejo se muere y llega al cielo, donde es recibido por San Pedro. El santo varón lo pasa y le da un tour por el paraíso. En eso, pasa un sujeto en un Lamborgini del año, quemando llanta y el tipo le pregunta a San Pedrín: “¿Quién es él?¿Por qué trae un Lamborgini? Y le contesta el aludido: “¡Ah… se le ha entregado un auto de lujo porque en su vida terrenal se portó muy bien. Ese es su premio”.
Boquiabierto, sigue los pasos del beato. Más adelante ve a otro tipo que es azotado con un látigo de tres tiras con clavos y puntas de plomo, y le pregunta: “¿Por qué están azotando tan gacho a ese cuate? –“Pues porque se portó mal en su vida terrenal y ese es su castigo”.
Finalmente llegan hasta la oficina de Chucho, donde le asignarían la penitencia que tendría por toda la eternidad.
“Mira-dice San Pedro. Te vamos a entregar como esposa a Talía, para que hagas de ella lo que quieras”.
-Hombre, Pedrito, ¿qué hice yo para merecer ese premio tan grande?-le preguntó sorprendido el zoquete.
-No es tu premio,-le contesta San Piter-, ¡tú eres su castigo!
Va el refrán estilo Pegaso: “Calvo, calvonete, cráneo de artilugio explosivo”. (Pelón, pelonete, cabeza de cuete).