AL VUELO/ Masacre

Por Pegaso

Estaba yo sentado en mi mullido cumulonimbus, cuando me enteré de la más reciente masacre en una escuela secundaria de Florida, Estados Unidos.

Y me dije a mí mismo: «Mí mismo, esa es una prueba clara y contundente de que los gringos están más locos que una cabra, empezando por su presidente».

¿Quién no conoce la noticia? Aunque los norteamericanos son muy dados a ocultar los hechos de sangre que ocurren en su territorio pero magnimizan los de otros países, como el nuestro, casos como el que ocurrió el pasado miércoles no pueden sustraerse a la atención mundial.

Horas después del atentado, salió El Trompas en cadena nacional diciendo que lo sentía mucho, que estaba moralmente con las víctimas y que su mayor deseo es que las familias puedan llevar a sus hijos a las escuelas todas las mañanas sin peligro de sufrir ataques como el que ocurrió.

En los ojillos de El Trompas se leía algo completamente diferente.

Decían: «Pues ni pedou, esto ser un dañou colateral, productou de la primera enmierda donde cada ciudadanou estadounidense tener derecho a portar armas y a introducirse droga hasta por el anou».

¡Sí! ¡Métetelo en tu cabezota, Trompas! Todo lo que pasa y lo que está por venir en los Unites Estates es producto del consumo desmedido de drogas por parte de los ciudadanos.

Niños de diez, doce años fumando hierba, familias que tienen sus dealers de confianza a la vuelta de la esquina…

Sólo hay que analizar las películas gringas donde salen jóvenes: El 100% hacen referencia al consumo de algún tipo de droga. La influencia del cine y la televisión en el colectivo de ese país es atroz, espeluznante.

¿Vieron la película 12 Horas para Sobrevivir?

Aquí tienen una sinopsis de ese largometraje, ampliamente publicitado y proyectado en miles de salas cinematográficas: «12 horas para sobrevivir: El Año de la Elección. Un  policía y su equipo son responsables de la seguridad de una candidata a la Presidencia de los Estados Unidos, cuya vida está en peligro por oponerse a la «purga» anual que permite a los ciudadanos cometer crímenes con toda impunidad. Ambientada en el mismo futuro distópico de sus dos cintas predecesoras, La Noche de la Expiación (2013) y 12 Horas para Sobrevivir (2014), esta cinta presenta una estrujante alegoría de la sociedad norteamericana actual, inmersa en un conflicto entre la intolerancia feroz republicana y la tibieza demócrata».

Y no lo digo yo, Pegaso, lo dicen los especialistas.

Hoy en día, Estados Unidos es el principal constructor de armas de gran potencia y el principal proveedor de las mafias regionales, como las mexicanas.

Pero a su vez, es también el principal consumidor de drogas con la marihuana en sus distintas variedades, la cocaína, las metanfetaminas y demás drogas de diseño, lo que a final de cuentas está terminando por quemarles el coco.

Ya lo hemos visto hasta el cansancio. El caso del estudiante loquito de Florida que llegó con un «cuerno de chivo» y mató a 17 personas no es el primero, ni será el último.

En los últimos años ha habido infinidad de masacres similares, algunas que sí se conocen y otras que han logrado ocultar.

Me recuerda también un caso que pasó en una escuela particular de Monterrey, donde un chaval entró con un arma y empezó a disparar contra sus compañeritos y maestros, así que de algún modo estamos tomando el ejemplo de los gringos locos.

Y es un hecho que las armas vienen de norte a sur, mientras que las drogas van de sur a norte, en un intercambio trágico que cobra la vida de miles de personas anualmente, tanto allá como acá.

En México y países productores de droga, se matan por el control de las plazas y el trasiego de drogas, en tanto que en territorio norteamericano se están matando por la locura que les produce tanta mugre que se meten.

Ya lo ha dicho el Gobernador de Tamaulipas ante la CONAGO y otros foros nacionales e internacionales: Estados Unidos debe hacer algo ¡pero ya! por detener la pantagruélica demanda de su población por las drogas y detener el tráfico ilegal de armas de alto poder.

El más reciente estudio revela que el consumo de sustancias ilegales ha crecido extraordinariamente entre la población de aquel país: Metanfetaminas, 60% de incremento, éxtasis, 37%, marihuana, 9%.

Pos a lo mejor resulta que a final de cuentas es plan con maña del gobierno gringo para conservar su estilo de vida.

Sugiero, entonces, que empiecen por implementar un día al año donde todo se valga, desde violaciones, asaltos y asesinatos sin que la ley los castigue. El que salga durante esa noche, se expone a ser masacrado, degollado o fulminado por una granada expansiva.

Pero el resto del año deben portarse bien, ir a la iglesia, rezar y dar limosna a los pobres.

Y el refrán estilo Pegaso dice así: «La mejor parte de cualquier película es cuando hacen callar a las mujeres»: D.T.  (El fragmento de mayor provecho de un largometraje, resulta ser durante la escena donde obligan a guardar silencio a las féminas»: D.T.)

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