Por Pegaso
¿Saben? Desde que era un Pegaso chaval me he preguntado de dónde sacó alguien la idea de que un par de sujetos, haciendo diversas actividades resultaba algo gracioso.
A veces no puedo penetrar las entrañas de la complicada psicología que subyace detrás de la picardía mexicana.
Me tiembla todo el pecho, me tiembla el corazón y me sudan las manos, como dice la canción, porque realmente no comprendo cuál es el chiste que hacen Melón y Melambes.
Por eso mismo, para que mis dos o tres lectores tengan una perspectiva amplia y un total contexto del asunto en comento, presento aquí una recopilación de frases que tienen a estos dos como personajes centrales:
-Entre Melón y Melambes mataron un pajarito; Melón se comió las plumas y Melambes el pajarito.
-Entre Melón y Melambes están lavando ropa; Melón es el que enjuaga, y Melambes el que cuelga.
-Melón y Melambes eran carniceros; Melón cortaba los filetes y Melambes el chorizo.
-Melón y Melambes trabajaban en un campo de golf; Melón guardaba los palos y Melambes las pelotas.
-Melón y Melambes querían ser vaqueros; Melón compró el sombrero y Melambes la riata.
-Melón y Melambes fueron a votar; Melón votó por la derecha y Melambes por la izquierda.
-Entre Melón y Melambes hicieron una carne asada; Melón se comió el chuletón y Melambes la salchicha.
-Entre Melón y Melambes hicieron un sándwich; Melón llevó el jamón y me lambes los aguacates.
Definitivamente, mi alma pura y casta no puede comprender el sentido de tales aforismos.
Me dijo un amigo que todas ellas hacen alusión al tema de la felación, pero hasta este momento no sé qué tengan que ver las plumas, enjuagar la ropa, los filetes, los palos de golf, el sombrero, la derecha política, el chuletón y el jamón, con el acto sexual de referencia.
Por sí o por no, mejor recomiendo a las damitas y a los lectores que no soporten leer frases sicalípticas, que se salten hasta donde dice: “Y ahora viene el refrán estilo Pegaso”.
Mientras tanto, déjenme comentarles sobre algunas consideraciones que en Internet leí sobre el tema.
En primer lugar, los chistes de Melón y Melambes no son exclusivos de los hombres. También las mujercitas se avientan sus buenas peladeces.
Como en el programa “Me caigo de la Risa”, donde una de las artistas invitadas se echó el siguiente chistorete: “Entre Melón y Melambes perdieron su calzado; Melón perdió su chancla y Melambes la pantufla”.
Hay otros que también son muy populares entre el mal llamado sexo débil: “Melón y Melambes fueron a una panadería; Melón compró el bolillo y Melambes la concha”.
Se podría hacer todo un compendio de historias sobre las andadas de estos dos vagos personajes, Melón y Melambes, pero este espacio es limitado. Ahí será a la otra.
Y ahora viene el refrán estilo Pegaso: “¿Y con tal cavidad bucal ingieres tus alimentos?” (¿Y con esa boquita comes?)