Por Pegaso
Como acostumbra decir mi cuate Catón, el que sea muy sensible podría saltarse la columna hasta donde dice: «Y ahora los dejo con el refrán…»
Sucede que andaba yo volando allá, cerca del puente internacional Reynosa-Hidalgo, viendo cómo siguen pasando miles de automóviles y peatones para ir de shoping a McAllen, a Pharr o a Mission a pesar de lo caro que está el dólar y también a pesar de las ofensas verabales que a diario salen de la horrible cavidad que tiene como boca el mandatario gringo, El Trompas.
Recién escuché que en uno de sus mensajes se refirió a los países expulsores de migrantes como «países de mierda».
Si yo lo tuviera en estos momentos frente a mí, le haría las siguientes apreciaciones con respecto a sus poco atinadas exclamaciones racistas:
-Mira,Trompas: En primer lugar lo que debes de hacer es decirle a toda tu gente que deje de meterse droga hasta por las orejas. Está comprobado que al menos el 70% de los jóvenes a partir de los 12 años de edad le entran a la hierba. Casi en cada colonia o en cada cuadra hay una persona que comercializa marihuana, cocaína o piedra. Hay familias que tienen su «dealer» de confianza, como tener un médico de cabecera.
-Debes frenar la escandalosa venta de armas de fuego a países como México y otras naciones de América Latina. Gracias a la floreciente industria bélica de tu país, millones de personas pierden la vida cada año. Eso es a lo que se llama Crimen de Lesa Humanidad. Es algo parecido a lo que ocurrió en algún tiempo en Europa, con los llamados Diamantes de Sangre. La muerte de miles y miles de nativos africanos permitía que las pomadosas damas de sociedad parisinas o londinenses pudieran lucir en sus delicadas manos las hermosas piedras extraídas del continente negro.
-No te hagas el que yo no fui. Tu fortuna la hiciste gracias a la explotación de la mano de obra inmigrante. Se dice que la construcción de tus hoteles, como el Trump International Hotel and Tower New York se efectuó con mano de obra esclava. ¿Y qué me dices de los consursos de belleza que organizas? Aunque no te gustan los latinos, sí te regodeas viendo el trasero de las sabrosas caribeñas, o de las Venezolanas, Jamaiquinas u hondureñas.
-Te pelas por apretar el botoncito rojo que enviará misiles a Corea del Norte y partirle la madre al dictadorzuelo del ridículo peinadito, Kim Jong-un. Hay quienes dicen que tú serás el causante de la Tercera Guerra Mundial, que pretendes instalar el Cuarto Reich en norteamérica con todos tus simpatizantes nazis y grupos de odio.
Posiblemente me responda algo así por el estilo: «Pero, Pegasous, mirar que a mí elegirme los norteamericanous para evitar que sigan entrando los fuckers migrantes, que no sigan viniendo todas esas gentes de esos países de mierda».
El Trompas se refirió en esos términos, en la vida real, a países como Haití, El Salvador y algunas naciones africanas, de acuerdo con el diario Washington Post, pero rápidamente sus publirelacionistas se apuraron a corregir el punto y aseguran que no quiso decir lo que dijo.
«Soy la persona menos racista que han entrevistado»,-comentó a reporteros de otros medios cuando fueron a cuestionarlo sobre el tema.
En fin, El Trompas siempre da temas para comentar. Me atrevo a pensar que es el Presidente más lengualarga, embustero y chimengüenchón que ha tenido el vecino país del norte.
Y ahora los dejo con el refrán estilo Pegaso: «Entonces, ¿con tal pequeña cavidad bucal ingieres tus alimentos?» (¿Y con esa boquita comes?)