Por Pegaso
Me he mudado.
Cambio mi domicilio.
Es un verdadero desgarriate cuando el rentero te dice: Debes desalojar porque voy a ocupar ese lugar.
Y ¡chin! Tienes que buscar algún otro cumulonimbus a precio razonable, ubicado en una colonia tranquila y accesible, y que además, no esté tan amolado, para no tener que invertirle tanto en su arreglo.
Pensé que sería más fácil, pero resulta difícil hallar opciones. En Internet se anuncian cumulonimbus realmente fuera de mi presupuesto.
Después de mucho buscar en el cielo de Reynosa, finalmente hallamos uno adecuado. El lugar parece tranquilo y los vecinos agradables.
Pero después viene lo bueno: la mudanza.
Conseguir el transporte, empezar a empacar cosas en cajas de cartón, sacar tiliches de donde no pensaba que podían estar y tratar de dejar todo limpio para entregarlo al propietario.
Debo agradecer a mi buena amiga, Madame Butterfly, por apoyarme en el tema del transporte del avituallamiento de casa. Le estoy sumamente agradecido.
A quienes estén en el mismo trance, les recomiendo que con todo el tiempo del mundo se preparen, para no andar a la carrera.
Si cuentan con suficientes recursos para contratar una compañía profesional de mudanzas, es mejor, si no, búsquense a un buen cuate que los apoye en tal circunstancia.
El tema del pago de la renta es otro rollo.
Por regla general, el rentero te pide un mes de renta por adelantado y un mes de depósito. Así que cuando dejas tu anterior cumulonimbus, tienes un mes de gracia para cambiarte, y el depósito servirá para cubrir los pequeños daños o los arreglos que tengan que hacerse.
En fin. Ya estamos instalados mi Pegasita, mis dos pegasines y yo, el Pegaso mayor, en nuestro flamante cumulonimbus, en mi búnker personal.
Desde aquí seguiré enviando esta chimengüenchona columna para solaz y esparcimiento de mis dos o tres aguantadores lectores.
Aunque claro; ni cuenta se van a dar que lo hago desde otro lugar. Es solo para terminar mi colaboración de hoy, porque, la verdad, no tenía ni tema para comentarles.
Sin más por el momento, los dejo con el refrán estilo Pegaso, esperando que estos consejos les sirvan de algo si piensan mudarse en un corto plazo: “¿A qué lugar te trasladas, que adquieras plusvalía?” (¿A dónde vas, que más valgas?)