Por Pegaso
Secesión: Acto de retirarse de una organización, unión o entidad política. Puede ser un hecho o un derecho. Como derecho el fenómeno político de la secesión requiere la previa existencia de un Estado Federal o Confederal, del que forme parte el Estado que manifiesta su voluntad de separarse de la unión.
La voluntad de nuestro amado Tlatoani de seguir dividiendo al país en chairos y fifís, en conservadores y transformistas o, como ocurre en estos momentos, golpear a sus enemigos con temas como la desaparición de poderes, puede provocar que se le voltee el chirrión por el palito.
Anoten mis dos o tres lectores la siguiente frase, que deberá escribirse en letras de oro en los más elevados estrados de la Nación: «Los gobernadores del Estado tienen tanto poder como el propio Presidente de la República».
Sí. Aunque se rían algunos.
Lo que mantiene unida a una república como la nuestra es un engrudo llamado «pacto federal». El Pacto Federal no es más que la determinación de todas las entidades de un país, en el caso de México, los 32 Estados, de respetar y hacer valer la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En cualquier momento, si uno o más de sus integrantes lo desea, puede retirarse fácilmente de ese pacto. A eso se le llama secesión, y es una posibilidad muy real, ante los ataques que vienen de un poder público, como lo es la Cámara de Senadores, dominada por el partido del Presidente, MORENA.
En su calidad de Estados Libres y Soberanos, los del norte podrían iniciar un movimiento de secesión, ya que el Gobierno de la Cuarta Transformación está dividiendo a nuestra patria en dos Méxicos.
Desde hace mucho tiempo se sabe que el territorio nacional tiene dos regiones diferenciadas: El norte, que genera la mayor parte de la riqueza y el sur, con Estados empobrecidos, a pesar de su abundancia de petróleo y recursos naturales.
Platicaba ayer con unos amigos en el café, después de mi vuelo matutino, que desde hace varios años existe un movimiento secesionista que cuenta en las redes sociales con miles de seguidores.
Se integró en las postrimerías del sexenio de Peña Nieto mediante la idea de separarse del centro, debido a las políticas erróneas de su Gobierno.
Veamos una información de Uniradio Informa, fechada en el 2017: «Luego de que la búsqueda de Cataluña por lograr su independencia de España diera la vuelta al mundo, surgió una página en Facebook bajo el título «República de México del Norte», que en resumen, apoya la idea de que los Estados del Norte de México se separen del resto de la entidad».
Los Estados mencionados son: Baja California Sur, Tamaulipas, Coahuila, Sinaloa, Durango, Nuevo León y Chihuahua.
Hasta ese momento, la página tenía 38 mil «likes».
La postura asumida por los senadores de MORENA resulta peligrosa desde este punto de vista. No se puede manejar políticamente un tema como ese sin revivir viejos fantasmas.
La idea separatista no es nueva. Ya en 1840 se hizo el intento de crear la República del Río Grande, con Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y parte de Texas, debido a políticas erróneas del Gobierno de Anastasio Bustamante que favorecía el centralismo.
Ahora estamos igual, o casi igual. El centralismo sigue siendo la principal divisa de un incipiente gobierno de izquierda, y así, por cada peso que genera Tamaulipas de impuestos, sólo se le devuelven 17 centavos; mientras tanto, en estas regiones se genera la mayor riqueza y fuentes de empleo de todo el país.
Dicho lo anterior, no me queda más que dejarlos con el refrán estilo Pegaso que dice así: «¡Abstente de agregar máyor cantidad de secciones de madera al material en combustión!» (¡No le eches más leña al fuego!).