Por Pegaso
¿Se han fijado, mis dos o tres lectores cómo hay muy pocos super héroes que vuelan, a pesar de que volar representa una de las más grandes ventajas, si no la más importante al momento de combatir con supervillanos?
El que viene primero a la mente es Supermán.
A mí me hace ruido que Clark Kent no es identificado como el Hombre de Acero por Luisa Lane, Jaime Olsen o incluso, por el superinteligente Lex Luthor, pero nada más se quita los lentes y todo mundo se da cuenta que es Supermán.
Este superhéroe vuela porque la luz amarilla del sol le da poderes. Es decir, vuela por sí mismo, no utiliza cohetes, como Iron Man, o un martillo, como Thor, o no da de brincos, como Hulk ni usa un avión trasparente como la Mujer Maravilla.
Simplemente vuela.
De los pocos que yo recuerdo que tienen la misma capacidad de volar que Supermán, tenemos a Shazam (Capitán Marvel), o la Capitana Marvel, el Dr. Manhatan o Super Ratón, o Visión.
La gran mayoría de ellos, tanto del universo Marvel como de DC Comics y los de afuera, tienen que hacer uso de vehículos o de la velocidad, como Batman, el Hombre Araña y Flash.
Kalimán, que es el más sacalepunta de los superhéroes mexicanos, no volaba, aunque traía capa, pero podía trepar muros altos con solo amarrar su turbante a una rama o una piedra.
Superhéroes hay que parecen niños de pecho comparados con los poderes de Supermán o la tecnología de Iron Man.
¿Quién podría creer que un escudo redondo pueda ser lanzado y retornar como boomerang a las manos del Capitán América?
Tampoco alguien daría un kilo de garbanzos por Black Panther, o por Star Lord, o por Groot, o por Gamora, la hija de Thanos, o por la Viuda Negra.
Los creadores de todos estos personajes tienen que pensar muy bien a qué van a atribuir el origen de sus superpoderes.
No nada más porque se me ocurrió, el superhéroe fulano va a volar.
Ya dije que Supermán obtiene sus poderes de la luz amarilla del sol, pero con cualquier piedrita de kriptonita es más inofensivo que un bebé.
Al Hombre Araña lo picó un insecto venenoso, a Hulk lo expusieron a grandes cantidades de radiación, Thor viene de un planeta muy lejano llamado Aasgard, el Capitán América es un soldado modificado genéticamente durante la Segunda Guerra Mundial para patearle el culo a Hitler, Kalimán fue criado y entrenado en un monasterio por monjes lamas, Iron Man heredó un imperio de armas y tecnología que le permitió crear un exhoesqueleto resistente.
De Super Ratón sólo sé que volaba con su trajecito amarillo y capa roja, pero de su origen nunca dijeron nada.
Tampoco abundan en datos los creadores de Los Increíbles. Porque aunque Mr. Increíble tiene gran fuerza, no puede volar, tampoco su esposa Elastic Girl ni sus tres hijos.
Algo mucho más difícil resulta delimitar los caracteres de los superhéroes sin superpoderes.
Kick Ass, por ejemplo, es un flacucho adolescente que no sabe ni siquiera usar los puños y por eso mismo cada rato lo agarran a madrazos.
Por otro lado, Hit Girl es una escuincla cuyo padre, Big Daddy, la enseñó a usar todo tipo de armas y a pelear como Bruce Leee.
Total, el mundo de los superhéroes está lleno de incoherencias, pero sus historias son divertidísimas.
Deliberadamente no mencioné en esta ocasión a los supervillanos porque merecen un espacio aparte.
Por lo pronto, vámonos con la frase estilo Pegaso, cortesía del tío de Peter Parker: “Un gigantesco potencial representa una enorme responsiva”.(Un gran poder implica una gran responsabilidad).