Por Pegaso
«La gente ha tenido que vender juj animalej…, caballoj, gallinaj, puercoj, cochinoj, ejo ej lo que jon loj de la mafia del poder»,-decía el ahora Pejidente cuando era candidato presidencial.
Ahora, con el recién firmado acuerdo sobre el tema migratorio que detiene momentáneamente las políticas nazis de El Trompas de cobrar aranceles a las exportaciones mexicanas, no sólo debemos vender nuestros animalitos, sino que hemos quedado en posición supina frente al decadente imperio yanqui.
Desde mi cómodo cumulonimbus veía yo el alboroto que causó la amenaza del orate.
Fiel a su costumbre, cuando se siente descobijado, El Peje convocó a un mega mitin de apoyo allá, en Tijuana, a las 5 de la tarde, hora del Pacífico, pero resulta que durante la mañana la cuestión se resolvió y la amenaza quedó suspendida… por ahora, y el mitin de protesta que se haría se convirtió en un acto de júbilo por el «triunfo» obtenido.
Mientras tanto aquí, en Reynosa, Francisco Chafira y otros líderes de la izquierda también se sumaron a las felicitaciones al Pejidente.
Incluso Chafira se aventó la ocurrencia de decir que en esta ocasión El Trompas fue magnánimo con todos los mexicanos.
Pero en las redes sociales la historia fue muy diferente.
Me encantó una caricatura donde aparece AMLO de espaldas, sosteniendo un chaleco de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos, que venía en una caja con un mensajito de Marcelo Ebrard que decía: «Ya no habrá aranceles, sólo nos tenemos que poner este uniforme».
Y otro cartón más, en que solamente se ve un mapa donde México es una pared de ladrillos y dice: «El Muro de Trump, sin gastar un solo dólar».
O sea, que la Guardia Nacional se convertirá de facto en una extensión de la Patrulla Fronteriza para evitar que los famélicos migrantes centroamericanos entren a territorio norteamericano.
Pero la amenaza está en el aire. Si no se cumple exactamente lo que se firmó en el acuerdo, los aranceles aplicarán.
Y así, en cada aspecto de la relación binacional que no le guste al mofletudo personaje, inmediatamente amenazará con aplicar aranceles. Como que ya nos tomó la medida.
¿Dónde está aquel AMLO combativo, el que hizo campaña durante 18 años seguiditos, más terco que una mula y acostumbrado a hacer su voluntad?
Frente a El Trompas se comporta como un tímido colegial y sólo acierta a decir: «Amor y Paj».
Léase las «obras literarias» del magnate gringo para que sepa cómo piensa y entonces, aplicar una mejor estrategia, como en el ajedrez.
También es menester echar mano de las antiguas consejas de nuestros abuelos, como aquella que dice: «Perro que ladra, no muerde».
A ver, ¿se atrevería el Gobierno de México a poner aranceles a las importaciones gringas por no frenar el inmenso tráfico de armas?
Yo no escuché en ningún momento que Trump pretendiera establecer aranceles a las nuestras por la gran cantidad de droga que llega a su territorio todos los días y a todas horas, con la complicidad de sus agentes de Aduana, del CBP y de Migración.
¡Claro que no, hombre! Necesitan toda esa cocaína, marihuana y heroína para vivir en su paraíso artificial llamado pomposamente «estilo de vida americano».
Yo no me trago eso de que las negociaciones que «felizmente» dice Marcelo Ebrard que terminaron bien, hayan sido para beneficio de México.
Mantendremos aquí a toda la horda de hambrientos y malagradecidos centroamericanos mientras que los consulados gringos ven si les pueden dar una vi9sa.
¿Y mientras tanto? México tendrá que erogar miles y miles de millones de pesos para mantener a todo ese ejército de personas procedentes de medio mundo, de Nicaragua, de Honduras, de El Salvador, de Venezuela, de Cuba, de la India, de Pakistán, de Timbuctú y párele de contar.
Por otra parte, a los mexicanos se nos ha impuesto una política de austeridad extrema, los niños y las mujeres mueren en los hospitales porque no hay medicinas, las guarderías están cerradas y miles de familias han quedado en la indefensión por el despido de empleados federales.
El panorama actual no es muy alentador, y vamos para peor. Como dice el dicho, muy ad-oc, salimos de Guatemala para entrar a Guatepeor.
Así, pues, nos quedamos con la frase al estilo Pegaso que dicen que dijo El Trompas cuando México firmó el leonino acuerdo: «Se las introdujimos flexionada». (Se las metimos doblada).