Por Pegaso
Desde mi mullido cumulonimbus veo cómo se agranda la polémica en torno a la participación de personas transgénero en concursos de belleza que anteriormente eran exclusivos de las damas.
Fue la representante de Venezuela, para el concurso Miss Universo, Valeria Morales, quien condenó que se aceptara en el certamen a la Miss España, Ángela Ponce, que sigue siendo machito calado a pesar de haberse hecho la operación jarocha y atiborrarse de hormonas para convertirse en cotizada modelo.
Luego vinieron las desafortunadas declaraciones de la ex miss Universo mexicana, Lupita Jones y el suicidio de una transgénero lo que despertó el morbo.
Yo no soy misógino ni homofóbico, pero sé que las mujeres, desde hace muchas décadas, han pugnado por la liberación femenina y la equidad de género.
Como consecuencia, empezaron a incursionar en todo tipo de actividades que anteriormente eran dominio absoluto del hombre, como el boxeo, el futbol, el fisicoculturismo, el manejo de maquinaria pesada, la bolsa, y muchas más.
Entonces, ¿de qué se escandalizan si un hombre desea participar en Miss Universo?
Con que cumpla los estatutos del concurso es más que suficiente; y por supuesto, que cuente con una curvilínea figura.
¿Qué importa si en la prueba de ADN sale con el cromosoma 23 XY (hombre)en lugar de XX (mujer)?
¿Sabían mis dos lectores que hay una condición que se llama hermafroditismo donde el cromosoma 23 es XXY y el individuo tiene los dos sexos? El hermafrodita puede tomar tanto el rol de hombre como el de mujer, o puede optar por eliminar cualquiera de los dos órganos para quedarse como individuo de uno u otro género.
Dejen a Miss España participar.
Me imagino que si llega a ganar, el resto de las concursantes se pegarán un tiro porque ¿cómo es posible que un hombre les gane en su propio terreno, en ser femeninas?
Tanta polémica y golpes de pecho ha generado el tema, que incluso los memes en redes sociales se han multiplicado.
Hombres barbones y panzones vestidos con tutú como candidatos a un concurso de belleza femenino…
Bien lo dice la Chupitos en un sketch cuando un policía lleva detenido a un travesti: «Es una mujer marciana, sin chichis y con macana».
He visto fotos de Miss España y de lejos, da el gatazo, pero de cerca se notan sutiles diferencias: El rostro es un poco más alargado y anguloso, las piernas son más delgadas, los hombros son más anchos que las caderas y en el cuello se llega a notar la manzana de adán.
Aunque, como decía un amigo, «ya con dos tequilas dentro ni te das cuenta».
A final de cuentas, me imagino que si algún transgénero que antes era mujer y ahora hombre quisiera participar en un concurso de belleza masculina como Mister Universo, tampoco habría problema. Basta con que se quite las bubis y se ponga un pene, que se deje barbita de candado y se inyecte hormonas para tener pelo en pecho y con eso la hace.
No veo la razón de polemizar en torno a un tema tan trivial.
Por eso los dejo con el refrán estilo Pegaso que dice: «¿Te identificas como un individuo de sexo masculino, femenino o como una ilusión?»(¿Eres hombre, mujer o quimera?)