Por Pegaso
Cuando los niños andan en las calles pidiendo dulces durante la festividad de Halloween, tocan las puertas de las casas y dicen: “¡Trato o truco!”
Con eso se refieren, por supuesto, a que el anfitrión tiene que darles golosinas, de lo contrario, tendrá que sufrir alguna travesura por parte de los pilluelos.
En política ocurre algo similar. Si no hay acuerdo, el candidato o partido perdidoso inmediatamente busca como tomar revancha de su contrario.
A partir de unas semanas para acá, se escucha cada vez más la palabra “truco” en las pláticas de café y en las columnas políticas.
Investigando un poco pude saber que con esa palabra se refieren a un oscuro personaje que actualmente ocupa la Secretaría General de Gobierno del Estado.
Ha sido el brazo de hierro de la Administración Estatal durante cinco largos años, y generalmente está detrás de cada acción punitiva contra los opositores al cabecismo.
Ahí está como ejemplo la violencia de género ejercida desde el primer segundo en que asumieron el poder en Tamaulipas, contra su compañera de partido, la alcaldesa de Reynosa.
Ha sido el acoso más prolongado de que se sepa en los anales de la política mexicana, desde que Hernán Cortez conoció a La Malinche y la obligó a servir de alcahueta para partirle la madre al Emperador azteca Moctezuma Xocoyotzin.
Alguien me dijo hace poco, y yo le creo: El gobernador busca impulsar a “El Truco” para que sea el candidato del PAN, y lo va a lanzar para perder.
En el 2015, cuando andaba buscando la dirigencia estatal de su partido como punta de lanza para los planes de su patrón, “El Truco” acostumbraba comentar con los periodistas el singular origen de su apodo.
Según él mismo, le dicen “El Truco” porque allá, en su lejana infancia, había un personaje de tiras cómicas llamado “Trucutú” (Alley OOp, por su título en inglés) que era un cavernícola vestido con una piel y con un garrote de madera en la mano.
Creo que no pudieron aplicarle mejor moquete que ese.
Yo les diría a los pocos panistas que quedan y que aún creen en el cabecismo: No confíen en alguien a quien apodan “El Truco”.
Pero por otro lado, sería bueno que fuera el candidato del PAN porque simplificaría mucho el triunfo anunciado de MORENA.
Mañana jueves estará nuevamente en Reynosa “El Perro Pantorrillero”, folclórico personaje morenista que se ha convertido en un cadillo en medio de los glúteos para el clan cabecista. A ver qué novedades nos trae.
Durante la pasada campaña política, “El Perro Pantorrillero” prometió que haría estallar una bomba en la UAT y que metería a la cárcel a una tal “Chulada”, pero hasta ahora ha sido puro jarabe de pico.
Mientras tanto, “El Truco” ya anda repartiendo billetes en todo el Estado para que hablen bien de él. Billetes que salen, ¿no adivinan de donde? ¡Pues de las arcas del Gobierno del Estado!
No sé si sea buena estrategia, pero no creo que le alcance toda la lana del mundo para contrarrestar tantos odios y malquerencias que se ganó durante esos cinco años de garrote.
Pronto llegará octubre, y con ese mes, la festividad de Halloween.
Vamos a ver si a final de cuentas el cabecismo se decide por el “truco”, en lugar del “trato”, si decide enviar al matadero a ese rupestre personaje o prefiere una opción con mejor perfil.
Viene el refrán estilo Pegaso: “Igualmente pésimo el moteado que el rojizo”. (Tan malo el pinto como el colorao).