Por Alberto Serna
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El consumo de cristal y otras sustancias adictivas ha provocado un incremento en la demanda de servicios de atención en el Centro de Rehabilitación Renacer, informó su directora Roxana Rodríguez Cantú.
Aunque por cuestiones de confidencialidad no se reveló el número exacto de pacientes en proceso de rehabilitación, se dio a conocer que sus edades varían entre 18 y 70 años, con la mayoría de ellos provenientes de municipios de la frontera norte y centro de Tamaulipas.
Advirtió que el cristal es una de las sustancias más peligrosas debido a su alto grado de adicción y sus efectos devastadores.
“Esta droga no solo provoca un deterioro físico y psicológico en quienes la consumen, sino que también causa daños irreparables a nivel social y familiar», señaló.
Entre los efectos nocivos del consumo de cristal, mencionó que los pacientes suelen experimentar problemas de peso, desnutrición, temblores, cambios drásticos en el estado de ánimo, conductas violentas, además de alucinaciones, desorientación, y pérdida de piezas dentales.
También advirtió sobre los riesgos de sufrir infartos cardiovasculares y alteraciones en las estructuras cerebrales.
De acuerdo con la Secretaría de Salud Federal, la adicción al cristal es un problema creciente en todo el país, afectando tanto a hombres como a mujeres, aunque su mayor prevalencia se da entre personas menores de 30 años.