BUSCAN A MÚSICOS DESAPARECIDOS EN CELAYA, GUANAJUATO

  • Sus familias creen que podrían ser las personas que fueron calcinadas en la comunidad San José el Nuevo, en Celaya

Ciudad de México.- Siete integrantes de la banda norteña «Los Chuparrecio», de la comunidad Juan Martín, desaparecieron el martes pasado cuando tocarían en otro poblado; sus familias creen que podrían ser las personas que fueron calcinadas en la comunidad San José el Nuevo, en esta ciudad.

Familiares de los músicos acudieron a la fiscalía regional la tarde de este miércoles a pedir información de las personas asesinadas en la cajuela de una camioneta y para verificar su identidad ante la posibilidad de que pudieran ser sus seres queridos.

Comentaron que en la agencia del Ministerio Público les indicaron que los cuerpos habían sido trasladados a la Fiscalía General de Guanajuato capital.

Los músicos, entre ellos un menor de 15 años, de nombre Juan Diego, salieron de sus casas la tarde del martes con rumbo a Rancho Seco para una presentación que no se llevó a cabo, y desde entonces se encuentran en calidad de desaparecidos y ninguno de ellos ha contestado sus celulares.

En su búsqueda colocaron mensajes y fotografías de ellos en las redes sociales, en donde sus conocidos se quejan de la desinformación de la fiscalía.

Camioneta que transportaba a los músicos fue localizada

La camioneta de los músicos se localizó abandonada, sin los instrumentos musicales en Rancho Seco.

La fiscalía activó ayer miércoles la Alerta Amber para la búsqueda de Juan Diego Pérez Maldonado, quien desapareció el 22 de marzo.

Ese mismo día, minutos después de las 11:00 de la noche, una camioneta roja fue incendiada en San José El Nuevo con siete personas a bordo.

Sophia Huett López, secretaria ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública, señaló que el vehículo en el que estaban las víctimas tiene placas de Michoacán y reporte de robo en esa entidad.

Aseguró que en un rastreo de personas desaparecidas por zonas aledañas preliminarmente se corroboró que los fallecidos no eran «locales», es decir, podrían ser de otro lugar.

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