Por: Abraham Mohamed
Desde el Club Primera Plana, nuestro presidente José Luis Uribe, reclama al gobierno de López Obrador que sus draconianas medidas de austeridad para el gremio periodístico han hecho que muchos medios de información hayan suspendido actividades y otros hayan recortado personal y bajado los de por sí raquíticos sueldos con la esperanza de que “esto vaya a mejorar”.
Hasta ahora, tal parece que los periodistas estamos perfilados como “especie en extinción” pues ya no solo crecerá lista de ejecutados por los sicarios de la delincuencia organizada de “cuello blanco” y de “los que se la rifan” sino que algunos dolorosamente sufrirán la fatal hambruna junto con sus familias.
Esto sería una criminal infamia que convertiría en una monstruosa figura al Presidente López Obrador ante los ojos del mundo.
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Y también los ciudadanos hablan:
Ampliamos el tema de lo expuesto al inicio de ésta columna, con las opiniones que recogimos en diversos sectores de la vida pública sobre las condiciones en que se vive actualmente en México y, sin ningún otro interés más que el de ser útiles para que nos vaya bien a todos, empezando porque le vaya bien al #1 que es el propio Presidente, decidimos publicar el compendio de comentarios de los ciudadanos, incluidos los nuestros, que ojalá sean tomados en cuenta:
-Estamos de acuerdo en que, hasta cierto punto, pueda considerarse válido culpar a quien o a quienes, en algún cargo, ya fuera público o privado, tenían la responsabilidad de realizar funciones operativas o administrativas y que, cuando por angas o mangas, los sustituimos, nos encontramos con que nos “dejaron un cochinero”. Pero lo que no se vale es que después de un tiempo más que razonable para recomponer muchas de las cosas malas que hayamos encontrado, sigamos con la misma cantaleta de “que todo andaba mal por la corrupción e impunidad” y que por eso no avanzamos en nuestra proyectada transformación para mejorar, ya sea a la empresa o a la entidad pública a la que hayamos aceptado dirigir.
Justificar nuestra torpeza o incapacidad echando culpas a diestra y siniestra, recurriendo a autoritaria verborrea sin demostrar con hechos nuestro positivo actuar conforme a la Ley y a los intereses de la empresa, o que después de transcurrido más de cuatro meses no podamos redefinir el rumbo hacia el ansiado desarrollo y mejoramiento de la institución pública que nos hayan confiado, es lógico que genere la crítica acerba y hasta el desprecio de quienes confiaron en nosotros.
Y así, ubicándonos en el contexto del gobierno actual, el Presidente con su errático actuar en vez de sacarnos de la incertidumbre nos inquieta más y está haciendo que muchos de quienes votaron por él le pierdan la confianza y credibilidad comentando que “es igual que todos”…. “que es más de lo mismo” y que “la Cuarta Transformación es puro cuento”.
Por temor a las represalias, la gente desilusionada que en los mítines de Morena, solo balbuceaba las mentadas de madre y hacía muecas y manoteos engarrotados contra los gobernantes repudiados, lo cual empezó en Veracruz contra el desgobernador Cuitláhuac García, inútil pupilo del Presidente, ahora ya sueltan sus insultos a grito abierto.
Por otra parte, la gente opina que lo más recomendable para el Presidente López Obrador es que cambie su agresivo discurso y estrategia de culpar de todo lo malo que le pasa a “sus enemigos, los conservadores, neoliberales, a los de la mafia del poder” porque ya nadie le cree que sean ellos los que le impiden cumplir con tantas promesas que ha hecho porque francamente están bien madreados y no le han hecho ningún frente sólido de oposición.
Entiendo que por su forma y estilo, AMLO jamás aceptará que tantas promesas no las podrá cumplir en tiempo y forma por la evidente incapacidad de su gobierno y que tozudo como es, seguirá desgastando más y más su choro de culpar a “sus enemigos de la mafia del poder” con lo que los engrandecerá al quedar él como un engaña bobos, pudiéndole salir el tiro por la culata en las próximas elecciones presidenciales del 2024 y que su Morena pierda la Presidencia, igual que como ocurrió con el PRI de Peña Nieto.
Y es que desde ahora, mucha de la gente que se ilusionó con él por sus promesas para salir de jodidos y le dio por eso su voto para hacerlo Presidente, ya se dio cuenta que no será con las limosnas que reciben los ancianos, las madres solteras o los “ninis” como México crecerá y mejorarán sus condiciones de vida, sino que se requieren fuentes de trabajo, empresas, industrias, fábricas, comercios, con empleos bien remunerados, con las prestaciones de Ley, con educación gratuita para niños y jóvenes desde la enseñanza elemental hasta los estudios superiores, con eficaz servicio médico del Estado y más que nada con seguridad pública para que termine la violencia y se recupere la paz y la tranquilidad en el país.
AMLO confía en la Guardia Nacional para recuperar pronto la seguridad pero yo coincido con los analistas en Seguridad Pública en que eso no será posible en los años que están por venir pues la redes de la delincuencia organizada están incrustados en las estructuras del poder político y de las finanzas, cuentan con ejércitos de sicarios entrenados y con artillería de gran poder por lo que son muy difíciles de aniquilar.
Para lograr estabilizar la seguridad pública en México, se requiere una estrategia muy inteligente para controlar, no para eliminar a los Cárteles del Narcotráfico.
Hay conciencia de que el narcotráfico es un mega negocio multinacional con ramificaciones inimaginables y por lo mismo, imposible de eliminar.
Por eso, sin llegar a convertirnos en Narco Estado, se tiene la idea de que, controlando con equidad y dentro de la legalidad la producción, comercialización y uso de las drogas, se bajaría la violencia y con ello en automático también bajaría la cifra de muertos y desaparecidos por la disputa de “las plazas” y se sentiría en las ciudades de nuevo la Ley y el Orden con lo que la gente ya no sería tan fácilmente extorsionada, ni obligada a pagar “cuota de protección” o “derecho de piso” al hampa; se frenarían los secuestros y también los robos a casa a habitación y asaltos que comete la delincuencia común.
La seguridad pública es prioridad para el Presidente y, según tenemos informes, hay un personaje muy cercano a él, sin cargo oficial en el Gobierno y al que solo unos cuantos lo conocen por su apodo, quien lo asesora en éstos delicadísimos asuntos del narco que se tratan en el Gabinete de Seguridad.
Pronto tendremos noticias sobre este sensible tema, porque al Presidente se le está dificultando día a día la gobernanza y, de no corregir directrices, formas y acciones, se verá en serias dificultades el 2021 en que habrá elecciones federales y se haga en forma paralela a ella la Consulta Ciudadana para la Revocación de Mandato, o sea para que los ciudadanos decidamos si queremos que siga o no, como Presidente de México.
El tiempo avanza en su contra hacia el 2021 y no olvidemos tampoco las elecciones del 2024 en que Morena podría perder la Presidencia.