Por: Abraham Mohamed Z.
Sin duda alguna, el Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024 que Andrés Manuel López Obrador iniciará de inmediato al asumir la Presidencia de México el 1 de diciembre, es lo mejor que pudo haberse proyectado para que, junto con otras medidas de recomposición ciudadana, tratar de abatir la violenta ola criminal que ha convertido al país en enorme cementerio y en un territorio asolado impunemente por la delincuencia organizada.
La creación de la Guardia Nacional que se conformará inicialmente con 35 mil Policías Militares, 8 mil Policías Navales y otro tanto de Policías Federales al mando del General Secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, se encargará de operar, para empezar su trabajo, en las zonas más peligrosas del país. Así será mientras se integran y capacitan y adiestran los 50 mil nuevos elementos que se calcula sumarán en total 150 mil para el añ0 2021 que se consideran suficientes para cubrir con eficacia las 266 Coordinaciones territoriales en que se dividirá el país.
Ya nos confirmó Alfonso Durazo, quien será el Secretario de Seguridad Ciudadana en el próximo gobierno de López Obrador, que hay “etiquetados” entre 10 mil y 12 mil millones de pesos para 2019, solo para cumplir con la primera etapa de reclutar, capacitar y adiestrar a los nuevos elementos que se incorporarán a la Guardia Nacional. Ese recurso forma parte del presupuesto de casi $60 mil millones aprobado para el 2019 y que es el mismo aprobado para este año. Durazo confía en que el recurso aumentará anualmente hasta que el 2021 se completen los 50 mil nuevos elementos que se requieren.
Tengo que recalcar, que en ninguna forma debe considerarse que con la Guardia Nacional vaya a militarizarse el país como tendenciosamente se ha empezado a rumorar. Adelanto que los soldados y marinos que actualmente hacen la cuestionada función policíaca en las ciudades donde la violencia criminal es tremenda, regresarán a sus cuarteles porque serán relevados por los Policías Militares, Navales y Federales que tiene otra formación y preparación para desempeñar esas funciones, que son muy diferentes a las castrenses.
No puede soslayarse que los soldados son entrenados para matar, no para detener y consignar a las autoridades civiles a quienes los que los atacan, porque, de hecho, son sus enemigos.
Y precisamente por eso, para que la proyectada Guardia Nacional realice su trabajo dentro la Ley, incluyendo ser auxiliar del Ministerio Público, ahora que la Suprema Corte anuló por inconstitucional la promulgada Ley de Seguridad Interior que presuntamente serviría de respaldo jurídico para las acciones policíacas de soldados y marinos, los legisladores “morenos” empezaron a trabajar apuradamente en el Congreso para adecuar, por no decir reformar, el párrafo XV del Art. 73 Constitucional que los faculta “para dar reglamentos con el objeto de organizar, armar y disciplinar la Guardia Nacional, reservándose a los ciudadanos que la forman, el nombramiento de jefes y oficiales, y a los Estados la facultad de instruirla conforme a la disciplina prescrita en dichos reglamentos”.
Ya se nos informó que del adiestramiento, disciplina, equipo, uniformes, armamento y espíritu de servicio con estricto respeto a la Ley y a los Derechos Humanos, de quienes conformen la Guardia Nacional se encargará la Secretaría de la Defensa Nacional a la que se integrará. El Comandante en Jefe de ese cuerpo policial será el General Secretario Luis C. Sandoval teniendo como Jefe Supremo de todas las institucionales y leales Fuerzas Armadas -Ejército, Marina, Guardia Nacional y Pilotos Militares- a partir del 1 de Diciembre, al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
En tal función, teniendo el máximo poder en un puño, todos los días a las 6 de la mañana se reunirá con su Gabinete de Seguridad para acordar lo necesario pues su propósito es que el Plan de Paz y Seguridad empiece a dar resultados positivos en todo el país, lo más pronto posible.
Quiero dejar constancia, como merecido reconocimiento a las leales y patriotas Fuerzas Armadas, al mando del General Salvador Cienfuegos en la SEDENA y del Almirante Vidal Soberón en la Marina Armada, que desde el principio del actual gobierno, si soldados y marinos salieron de sus cuarteles para hacer funciones de policías fue porque así se lo pidieron a su Jefe Supremo, el todavía Presidente Peña Nieto, los angustiados gobernadores cuyos Estados están asolados por la delincuencia pues sus policías estatales y municipales no actúan como debieran por corruptos o por temor de ser asesinados.
Por eso, tanto la Sedena como la Marina para dar mejor apoyo a las autoridades gubernamentales locales, en defensa de la población, aumentaron sus Cuerpos de Policías Militares y Navales que, insisto, gracias a los trabajos de inteligencia, al adiestramiento y capacitación de sus elementos, que es diferente al de la tropa, se ha logrado capturar a muchos de los más importantes capos del narco, a despiadados asesinos y a peligrosísimos delincuente comunes.
Y esos Policías, Militares y Navales, cuyo valioso apoyo es reconocido por el Presidente Electo López Obrador, serán junto con los Policías Federales la base de la Guardia Nacional que se creará en México dentro del Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2014 sin guerra que se aplicará con lo que llaman 8 Ejes Rectores para:
1.- Erradicar la corrupción y reactivar la procuración de justicia.
2.- Garantizar empleo, edad, salud y bienestar.
3.- Dar pleno respeto y promoción a los Derechos Humanos.
4.- Regenerar la ética de la Sociedad.
5.-Reformular el Combate a las drogas.
6.-Emprender la construcción de la paz.
7.- Recuperar y dignificar las cárceles.
8.-Seguridad Pública, Seguridad Nacional y Paz.
Con esto se pretende reorientar a las Fuerzas Armadas, crear la Guardia Nacional, reducir las penas y dar amnistías condicionadas, promulgar la Constitución Moral para exaltar los valores del alma, formar las 266 Coordinaciones Territoriales y crear un Consejo para la Paz.
Comparto la felicidad de la inmensa mayoría de los mexicanos, porque este Plan inspira confianza y hay que reconocer, como ciudadanos, el meritorio trabajo de sus autores que fueron Alfonso Durazo, Olga Sánchez Cordero, Luis Crescencio Sandoval, Alejandro Gertz Manero, Marcelo Ebrard, Juan Ramón de la Fuente, Audomaro Martínez, Pedro Miguel, Alejandro Encinas, Julio Scherer y Lázaro Cárdenas Batel.
Todos esperamos que este Plan Nacional de Paz y Seguridad se cumpla cabalmente, porque sino…