Por: Abraham Mohamed
Con el atentado del que milagrosamente salvó la vida Omar García Harfuch, jefe de la Policía de la Ciudad de México, Capital de la República y Joya de la Corona por la que pelean los capos de los más poderosos Cárteles del país, se empezaron a abrir las puertas del infierno para el gobierno del Presidente López Obrador.
Apuradamente ahora tiene que cambiar sus estrategias para contener a los demonios que, aunque me tilden de anti AMLO por lo que voy a decir, él mismo alentó con sus equivocadas ideas y trato y que, según trascendió, se empecinó en mantener negándose a escuchar las recomendaciones que para cambiarlas le hacían solo algunos de los miembros de su Gabinete de Seguridad con quienes se reúne todas la mañanas.
Y los resultados ahí están. En muchas partes del país, quienes mandan son los “patrones” de los diversos Cárteles que se han adueñado de muchas ciudades, y hasta de un buen número de Estados sometiendo a los Gobernadores y que ahora, repito, se disputan la CDMX, porque el Cártel que la gane, será el amo en todo el territorio nacional.
Imagínese nada más.
Y lo peor es que así, como en muchas partes del país las autoridades han sido rebasadas por los Cárteles, ya sea por corrupción o por amenazas, y los capos mafiosos son los que mandan, el atentado para matar a García Harfuch, da mucho margen para pensar que lo mismo se quiere hacer en la CDMX donde todos los Poderes están concentrados, empezando por la Presidencia de la República.
Nos informan quienes saben, que este atentado es una oportunidad de oro que se le presenta al presidente López Obrador para reordenar al país, acabando con la violencia y sometiendo a los demonios como ya empezó a hacerse para recuperar la paz y la seguridad.
Pero hay dudas, falta por ver si el Presidente –por ser como es- cambiará o no aquella estrategia de “abrazos y no balazos”; o seguirá con su idea de que “los delincuentes son seres humanos que merecen respeto” y recomendándoles a las mamás y abuelitas de los demonios que les pidan portarse bien.
Por lo pronto, con inusitada rapidez, por la eficaz tarea de inteligencia de varios grupos de élite, en menos de 12 horas, de los 28 sicarios que participaron en el atentado contra el jefe policíaco capitalino, 17 han sido detenidos por diversos rumbos, entre ellos José Armando Briseño de los Santos “El Vaca”, jefe de plaza del CJNG en Tonalá, Jalisco, y quien según las autoridades, confesó ser el autor intelectual del fallido asesinato de García Harfuch y también aceptó haber planeado y cometido con sus sicarios la ejecución de dos hombres en la plaza Artz del Pedregal el pasado Julio de 2019.
Por obvias razones no se informa si las pesquisas llevarán a la captura de “El Mencho” capo del CJNG y jefe de “La Vaca”, pero se infiere andan sobre él.
O sea, esto tienen que dilucidarlo y pronto, porque según Alfonso Durazo, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, en la mira del grupo criminal aparte de Omar García Harfuch está él también; Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda (UIF) y el Canciller Marcelo Ebrard, lo cual creo que es una seria amenaza no solo para el gobierno de AMLO, sino para el mismo Estado de Facto.
Sí se entiende lo que quiero decir, ¿verdad?
Por eso, por la estabilidad del país, hay que cerrar más rápido que inmediatamente las puertas del infierno para evitar que los demonios se suelten y nos desmadren más de lo que ya estamos.