Por: Abraham Mohamed
Los Senadores de Morena, Napoleón Gómez Urrutia con su Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) y Pedro Haces con su Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) se frotan las manos y presumen el apoyo del Presidente López Obrador para explotar para ellos y para MORENA, las fabulosas minas que son los sindicatos afiliados a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) que lidera Carlos Aceves del Olmo y a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) que dirige el Senador Isaías González Cuevas, organizaciones que han sido a lo largo de los años, las poderosas columnas institucionales del sector obrero del PRI.
Y para eso Napo y Haces están en pleno desarrollo de su plan con maña, soliviantando a trabajadores sindicalizados con movimientos huelguísticos por todo el país en las empresas que consideren más convenientes, ofreciéndoles lograr mejoras salariales, la justa repartición de las utilidades y mayores prestaciones sociales para así ganarse la simpatía de la gente e integrarlos a su “genial proyecto”. De hecho le ganaron “el parpadeón” a la CTM y a la CROC que reaccionaron algo tarde, también haciendo lo mismo, o sea emplazar a huelga a empresas “sensibles” con las mismas peticiones que sus rivales.
No está por demás considerar que los “morenos” Napo y Haces van de gane, porque con su dinamismo, actualización, ambición, circunstancia y pertenencia al actual poder presidencial, superan en todo a los ya muy gastados “tricolores” Aceves del Olmo y González Cuevas.
Restarle sindicatos a la CTM y a la CROC, ocasiona que sus ingresos por cuotas y participaciones mermen a gran prisa y eso obviamente repercute en las finanzas del PRI que es su matriz, al extremo de que andan gestionando un crédito con la Banca privada por casi 300 millones de pesos para cubrir adeudos pendientes.
El mega negocio que son los Sindicatos, es porque al estar exentos de impuestos, desde las cuotas con sus agremiados hasta los negocios sucios que hacen con empresarios transas para evadir el ISR y otros, “agremiando” a sus empleados y extendiéndoles facturas por “trabajos” o “servicios” no realizados que según registros del SAT fluctúan entre 7 y 8 mil millones de pesos anuales.
Le quiero decir a usted que el SAT, según informes, se aplicó con firmeza el 2016 a investigar a casi 5 mil empresas sospechosas de que sus directivos hacían transas afiliando a los empleados a los Sindicatos, los cuales asumían la función de “patrones” y que más de 1,100 empresarios recibieron facturas sindicales por servicios jamás prestados y con ellas deducir impuestos. De los resultados de tales pesquisas, o investigaciones, nada trascendió, suponiendo que fue por la nefasta corrupción imperante.
Ese negocio es tan bueno, que por eso hay aproximadamente cinco mil sindicatos en el país cuyos líderes más jodidos viven como ricos, mientras otros personajes de los “sindicatos grandotes” son magnates que superan por mucho al cetemista Aceves del Olmo o al croquista González Cuevas. Usted los conoce muy bien, son Elba Esther Gordillo (Maestros); Carlos Romero Deschamps (Petroleros); Francisco Hernández Juárez, (Telefonistas y líder de la Unión Nacional de Trabajadores UNT); Víctor Flores Morales (Ferrocarrileros) y hasta Martín Esparza que lideró al desaparecido Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y ahora opera su izquierdismo con su creada Nueva Central de Trabajadores con la que ya “asesora” a los Sindicatos de la Universidad Autónoma de México (UAM) y de la Universidad Autónoma de Chapingo que las mantienen en huelga desde hace más de un mes, exigiendo una alza salarial del ¡20 %! y otras prestaciones imposibles de cumplir.
Le quiero decir que Martín Esparza está plenamente identificado con AMLO pues siempre se supo que lo financiaba con recursos del SME desde el inicio de su campaña política por “la grande”.
Por lo mismo se infiere que su recién creada organización sindical se afiliará a la CATEM del ahora líder obrero Pedro Haces, quien como empresario de origen que es, conoce bien los convenientes negocios o acuerdos con los sindicatos por lo que su Confederación, será todo un éxito para él, para Morena y por supuesto, para el Presidente López Obrador.
Y en lo referente a Napoleón Gómez Urrutia, con su Federación Internacional de Trabajadores, trae la cobertura suficiente para terminar de esfumar los $55 millones de dólares que le reclaman sus representados mineros por lo que se fue de México y regresar después de 12 años como Senador por Morena con la encomienda de fortalecer al sector obrero morenista mexicano, integrándolo con las grandes organizaciones de trabajadores del mundo.
Parece que es muy sui géneris la forma en que está dándose la Cuarta Transformación del Sector Obrero, ¿verdad…..?