¿POR DONDE EMPEZAR EL TEMA DEVALUACION?
- De Calderón a Peña es del 100%,
- Peña Nieto a acumulado el 43%,
- La llegada de AMLO sería del 10%,
Espero para las madrecitas que hayan pasado su día bien. ¡¡Dios las bendice!!.
Voy a hacer un estudio escrito, que levantará ámpula en algunos sectores.
Voy a empezar con las conclusiones: De Calderón a Peña es del 100%, Pena Nieto a acumulado el 43%, la llegada de AMLO, produciría el 10%. ¿Pues en dónde estamos?
Los principales adversarios políticos en esta contienda electoral opinan, que con la llegada de AMLO a la presidencia de la República el peso se devaluaría hasta un 10%, por el hecho de ser puntero en los sondeos de opinión, por todos los candidatos reconocido, cuando faltan menos de 50 días de campaña.
En este estudió trataré el tema con mucha objetividad, sin agarrar partido o candidato, soy asertivo cuando no califico, cuando no pongo adjetivos.
Cuando se da una devaluación en la moneda de un país, se considera la pérdida de valor de una moneda frente.
Que tanto tiene de cierto esta acusación que hacen los candidatos de los partidos opositores a AMLO?.
La respuesta es completamente irrelevante, causal de indiferencia.
Los peligros son otros, la calidad de las finanzas públicas afectan la devaluación, para mal y otras variables como el endeudamiento. La elección no es el problema, no es la causa si gana uno u otro.
La historia reciente hay que recordarla.
A mediados de 2008 el peso de encontraba entre los 10 y 11 pesos por un dólar. Era el tiempo de la crisis inmobiliaria que afectó a EU y Europa.
La llamó “catarrito”, el entonces gobernador del Banco de México llevando al peso a niveles de 15 pesos/dólar. ¿Recuerdan?.
La crisis que “llegó de fueras” lo definió Calderón.
La brusca caída de la economía norteamericana, arrastró a la nuestra, cayendo las remesas de migrantes, desplomando la industria automotriz, caída del precio del petróleo, hubo desempleo, se frenó el turismo internacional y hubo ausencia de nueva inversión extranjera.
La contratación de deuda externa, dio lugar a fuerte especulación externa e interna en contra del peso, que provocó el derrumbe de nuestra moneda. Sin embargo, para fines de 2009, el tipo de cambio estaba nuevamente en equilibrio, la gente de México vivía una astringencia económica, en 2009 la economía no tan solo no creció sino que tuvo su peor caída, a – 6.9%.
México y los mexicanos todavía sufrimos los estragos sin la total recuperación.
Una docena de años perdida sin crecimiento real.
El peso se recuperó y a finales de 2014 la tasa de cambio era de 13.77 y de allí se puede apreciar una caída sostenida hasta niveles de 20.76 en el mes de enero de 2017, y para febrero alcanzó 22 pesos.
Con respecto al periodo de primero de enero de 2014 (13.77) y al 31 de diciembre de 2017 la devaluación de nuestra moneda es del 43.66%.
Es la herencia ya casi llega al 100%.
Y lo que viene.
Se escribía. “En abril de 2017 el peso está superando los malos momentos, aún existen riesgos de nuevas devaluaciones. Desde que el polémico Donald Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos, el peso mexicano cayó un 22 por ciento frente al dólar. A cada tuit del inquilino de la Casa Blanca, le seguía un descenso en la moneda mexicana.
Tras conocerse que el fabricante de autos estadounidense Ford cancelaba la construcción de una nueva planta en México, el peso rompió la barrera de las 21 unidades”.
Es parte de la historia de las devaluaciones.
PP MEADE ha formado parte el equipo económico de las dos últimas administraciones, una del PRI y la otra del PAN.
COINCIDENCIA? En política no las hay.
Hoy los problemas se han complicado severamente, tanto por factores internos como externos. Evidentemente son mucho más graves que los de 2008, cuando la deuda externa estaba bajo control.
INTERNOS:
El incremento sostenido de la deuda externa y la imposibilidad de reducirla en el corto plazo, actualmente se requieren 600 mil MDP por año, el 15% del presupuesto total que quitando sueldos, participaciones a estados y municipios, es el 50% del presupuesto remanente. El presupuesto para pago de interés de la deuda es mal alto que el de infraestructura.
La caída de las exportaciones petroleras, por precio y volumen, que alejan la posibilidad de obtener divisas para el pago de la deuda externa. De hecho, México se ha vuelto un importador neto de productos petroleros, lo que resulta ser una pésima noticia.
El inevitable incremento inflacionario que se ve reflejado, al incrementarse los precios de artículos importados, los gastos de transporte por incrementos en los combustibles (gasolinazo) y los costos en las tarifas por servicios eléctricos. Al cerrar 2017 la inflación concluye muy por arriba de la meta de Banxico, que considera un máximo de 3% anual, ubicándose en 6.77% y una difícil cuesta que superar en 2018.
El inevitable aumento en las tasas de interés, para respaldar al peso, que se verá reflejado en el pago de las deudas del gobierno, empresas y personas físicas.
La creciente inseguridad que afecta al turismo internacional que se vería impulsado por los bajos precios en dólares. De hecho, el índice de percepción de inseguridad que registró el INEGI a fines de diciembre de 2016, subió a niveles extremos, 74.1%. Es decir que más de 7 de cada 10 personas a nivel nacional, percibe inseguridad.
Entre los factores internos para una devaluación son eminentemente económicos, no tiene nada que ver AMLO ni con las elecciones.
¿Se estarán curando en salud?. El tema continuará
Mi correo: [email protected] en Twiter @cartelera1997