- Llegaron con altas expectativas al Rebaño y no han rendido lo esperado
Guadalajara, Jalisco.- Ricardo Peláez Linares tiene un año ya como director deportivo de Chivas. Ha tomado decisiones que en un principio parecían tener un futuro prometedor, contrató refuerzos que hacían que la afición rojiblanca se llenara de ilusión, al grado de llamarles Súper Chivas 2.0; sin embargo, conforme han pasado los días y los meses, estos jugadores que llegaron en dos lapsos de contrataciones han sido “petardos”, que poco o nada han funcionado y que se han visto envueltos en escándalos, enfermedades o lesiones que han evitado que rindan lo que se espera de ellos.
Futbolistas que brillaron en sus equipos, como José Juan Macías con León, en donde incluso fue goleador, José Madueña, José Juan “Gallito” Vázquez, Cristian “Chicote” Calderón, Alexis Peña, Víctor Guzmán (quien sólo entrenó unos días y se deshizo el contrato) y el más reciente, Ángel Zaldívar, han funcionado a cuenta gotas con el Rebaño Sagrado, salvo los casos de Uriel Antuna y Jesús Ricardo Angulo, quienes sí se han podido afianzar, aunque sin tantos resultados.
El gasto de Amaury Vergara para contratar a estos jugadores ha sido alto, cerca de 50 millones de dólares que se han convertido en un dinero en la basura, más allá de una inversión fructífera en el corto y mediano plazo. No han ayudado a Chivas a estar en todo lo alto de la Liga y se ve lejos un título, el cual prometió Ricardo Peláez en su presentación en noviembre de 2019, y por el contrario, no ha habido un proyecto bien establecido, ya que se prescindió de los servicios de Luis Fernando Tena, apenas en el arranque de este Guard1anes 2020, y se contrató a Víctor Manuel Vucetich, con un funcionamiento prácticamente igual a su antecesor.
A lo largo de un año Chivas se ha envuelto en escándalos por parte de sus jugadores y se habla más de ello que de buenos resultados en lo futbolístico. Todo comenzó con Víctor Guzmán, un jugador llamado a ser figura con el equipo tapatío, sin embargo, un supuesto dopaje evitó que siguiera en Guadalajara y regresó a Pachuca, en donde cumplió un castigo de casi nueve meses.
Uriel Antuna, jugador estrella con Gerardo Martino en la Selección mexicana y ex elemento del LA Galaxy de la MLS, llamó la atención de Peláez, lo contrató y se habló más de él por sus fiestas con Alexis Vega y su enfermedad de COVID-19, que por su buen futbol; hasta últimas fechas ha recobrado la memoria futbolística y ha comenzado a brillar, al igual que Jesús Angulo, de quien se esperaba más por su pasado en los Rayos del Necaxa.
Mismo caso que “Chicote” Calderón, quien se enfocó en desvelarse e irse de fiesta y dejó su profesión de lado. José Juan Macías se salió de una concentración con el Tricolor y además se habló más de un supuesto interés del futbol europeo y su mente quedó en aquel continente.
José Juan Vázquez, Alexis Peña, Ángel Zaldívar y José Madueña han figurado poco en Chivas, debido a COVID-19, lesiones y problemas legales.