Ciudad de México.- El pasado miércoles 24 de julio, las 193 sucursales de la reconocida cadena Oxxo en Nuevo Laredo cerraron sus puertas de manera inesperada y sin previo aviso, dejando desconcertados a clientes y empleados por igual.
La falta de información oficial por parte de FEMSA, empresa propietaria de la franquicia, alimentó las especulaciones que rápidamente se propagaron a través de las redes sociales.
Fuentes cercanas a la situación informaron que el cierre repentino fue consecuencia del vencimiento del contrato con el proveedor del software que controla los sistemas de inventario, cobro y servicios esenciales para el funcionamiento de las tiendas.
Esta situación ha dejado a las sucursales temporalmente fuera de operación, con la incertidumbre sobre cuándo se restablecerá el servicio completo para los clientes.
La implementación de un nuevo sistema de gestión podría tomar varios días, según se ha mencionado extraoficialmente, lo cual prolongaría el cierre de las tiendas hasta que se complete la transición tecnológica necesaria.