Por Lic. Bárbara Lera Castellanos.
Ante la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE.UU., existe gran temor entre la comunidad migrante que esperan poder cruzar territorio mexicano aspirando llegar a la frontera norte antes del 20 de enero del 2025.
Actualmente, se estima que existen cerca de 150 mil inmigrantes desde Tapachula, la ciudad de México y los principales puertos fronterizos con EEUU, recrudeciendo la creación de nuevas caravanas migratorias. Muchos de los contingentes están compuestos por adultos mayores, Mujeres, adolescentes y niños. Lo grave, es que gran número se constituye por Migrantes Menores No Acompañados.
Sin embargo, la aplicación CBP-ONE solo proceda 1,450 citas diarias y se están complicando las acciones en los puentes.
Trump anunció, que a partir de enero cerrarán y sellaran la frontera con México, eliminará al CBP-ONE y realizará una campaña histórica de deportaciones masivas, amenazando deportar a más de 11 millones de indocumentados.
Además, trasciende que están preparando un terreno de mil 500 hectáreas en el condado de Pharr Texas, creando un gran campamento al estilo «campo de concentración» para apresar y retener desde ese centro a los miles de migrantes que serán fichados y deportados hacia territorio mexicano.
Por lo citado, México volverá a sufrir las consecuencias, y tendrá que asumir de facto, ser un Tercer País Seguro.
No se dispone de un número exacto de «migrantes» ya registrados en CBP-ONE desde México que estén esperando una cita para solicitar una Visa Humanitaria. Sin embargo, se estima que hay una alta demanda, con solo 1,450 citas disponibles diariamente en los ocho puertos de entrada participantes, lo que resulta en tiempos de espera promedio desde 2 hasta 18 meses. La aplicación ha sido criticada por su complejidad y la escasez de citas, lo que ha llevado a muchos solicitantes a vivir en condiciones precarias mientras esperan.
Los usuarios de la aplicación CBP-ONE enfrentan varios problemas comunes:
Fallas técnicas: La app frecuentemente presenta errores, se cierra inesperadamente y tiene dificultades para cargar documentos, lo que complica el proceso de solicitud de citas.
Acceso limitado: Solo está disponible para quienes se encuentran en el centro y norte de México, excluyendo a muchos migrantes.
Demanda alta: Hay una oferta insuficiente de citas (1,450 diarias) en comparación con la demanda, resultando en tiempos de espera de hasta 18 meses.
Requisitos complejos: El proceso de registro es complicado y no todos los idiomas son soportados, lo que dificulta su uso para algunos migrantes.
Costos adicionales: Muchos migrantes deben adquirir teléfonos inteligentes y pagar por servicios de internet, lo que representa una carga financiera significativa.
SÍNTESIS:
Por lo dicho, la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE.UU. genera temor en la comunidad migrante, que busca cruzar a EE.UU. antes del 20 de enero de 2025. Actualmente, hay un alto número de inmigrantes en Tapachula y otros puntos de la frontera norte, pero la aplicación CBP-ONE solo ofrece 1,450 citas diarias, complicando el acceso a los puentes fronterizos.
Trump planea cerrar y sellar la frontera y deportar a más de 11 millones de indocumentados en solo un año al arranque de su mandato, para retener a los migrantes. Esto podría forzar a México a asumir el rol de «Tercer País Seguro» nuevamente.
La creación de un campo de concentración en Pharr, Texas, afectará significativamente a los migrantes. Este centro, propuesto por la administración de Donald Trump, busca facilitar deportaciones masivas y podría intensificar la criminalización de los migrantes.
Las organizaciones de derechos humanos expresan preocupación por el aumento de la vulnerabilidad de estos grupos, quienes ya enfrentan riesgos elevados en su travesía hacia EE.UU. Además, el costo operativo y las repercusiones económicas de estas deportaciones masivas podrían ser devastadores tanto para los migrantes como para la economía estadounidense.
Los campos de concentración en Pharr, Texas, se comparan con otros centros de detención en EE.UU. por su enfoque en la detención masiva de migrantes. Mientras que los campos históricos, como los utilizados durante la Segunda Guerra Mundial, eran más estrictamente controlados y aislados, los actuales centros enfrentan críticas por condiciones inhumanas y hacinamiento, con más de 50,000 detenidos a diario bajo el ICE. La controversia radica en si estos lugares pueden ser considerados «campos de concentración», dado que operan sin juicio y con un enfoque en la deportación masiva.
El mayor impacto negativo de este fenómeno motivado por el otrora «sueño americano» son las adversidades que están enfrentando los adolescentes y los niños, sean acompañados o no acompañados.