En Tamaulipas de 2 millones 740 mil 258 electores solo participaron 491 mil 196 ciudadanos en la Consulta de Revocación de Mandato lo que significa la caída de Morena de manera estrepitosa.
Del 2018, a 2022, perdió 42% de sus votos en la entidad.
Y de tener hace tres años 786 mil 210 votos a 459,874 en el 2022; siendo una verdadera derrota en las urnas para la soberbia del morenismo.
Los registros marcan que para este caso, se les adelantó el pago a los adultos mayores, quienes recibieron el doble de las aportaciones, pero fue un adelanto de mayo, para los que piensan que les llego el doble, también se pagaron las becas Benito Juárez, y un disfrazado, mal operado apoyo al campo, que de risa no lo bajaron sus beneficiarios.
Pero los recursos usados en la movilización, de militantes y el famoso voto duro, tampoco fue suficiente, no se alcanzó más del 17 % en números redondos, eso quiere decir que, la votación final rondara los 16 o 17 millones de votos, menos de la mitad del 2018, y un poco menos del 2021.
El costo fueron más de 1600 millones de pesos, es decir unos mil pesos por cada voto emitido, mucho para un país, que aún está en deuda con los niños con cáncer, que no hay medicamentos en los hospitales públicos, y que no hay incentivos para la productividad.
Para el día de la votación programada para el pasado 10 de abril, el morenismo mostró una acarreo de votantes, que según ellos mismos, y palabras del presidente, eran cosas de pasado, del pasado corruptor y rampante, pero ellos hicieron exactamente lo mismo, pero muy mal ejecutado, porque en el sur, fueron detenidas personas con 300 mil pesos, las cuales fueron asociadas al diputado Erasmo González, acusado por Huachicolero y tener en sus manos los dineros sucios del morenismo en Tamaulipas.
Por si fuera poco, en las ciudades grandes donde se suponía que el morenismo arrasaría, tampoco fue posible, la cifra del 16% o 17 %, deja más dudas que respuestas, los mexicanos mostraron su rechazo a la revocación de mandato, 83% no acudió a votar, y si sumamos el bajo porcentaje opositor, un 6% es decir, que cerca del 89% de los mexicanos, estaba en desacuerdo con la consulta.
En suma 8 de cada 10 mexicanos, rechazaron la consulta, el desdén por esta debe de ser un parámetro para las próximas elecciones, no hay lugar para el festejo el fracaso fue rotundo. Ahora deshojando la margarita, sigue en marcha saber qué distrito, ciudad y estado, acarreo más votos para la satisfacción de los egos.
De cumplir la palabra el presidente, que lo dudo, algunos gobernadores morenistas, tendrán que rendir cuentas en el banquillo de los acusados, para decirle al mandatario por qué no cumplieron con sus órdenes y expectativas; seguramente en los próximos días, tendremos el resultado de las represalias.
Los morenistas dicen “ganamos”, y no entiendo la celebración, no había ninguna competencia, no había ningún jugador más que el presidente en la boleta electoral, era simple, era un No o un Si, y se acabó, proclamar una victoria, sería hacerse tonto a puras vueltas.
Proclamar victoria, cuando perdiste el 42% de los votos, cuando fue puesto todo el aparato del gobierno federal al acarreo descarado de personas, incluso con amenazas de perder la beca, o el apoyo al adulto mayor si no salían a votar, millones y millones de pesos, que salieron de la bolsa de los contribuyentes.
Para los que claman victoria, bien podrían preguntarse ¿de dónde salió todo el dinero despilfarrado este pasado 10 de abril? Y si aún continúan con la soberbia de la victoria, entonces sería bueno aclarar, quien era el adversario.
El fracaso de la consulta, avivara las venganzas del presidente, y sus mismos aduladores, muy prontos serán atacados.