Ni aspirantes, ni los miembros de la planilla; ni los ambiciosos o perversos llegaran a ocupar el lugar de Lalo. No los deben dejar llegar
Por Roberto Olvera Pérez
No debe de continuar el diferendo entre el gobierno del estado y el gobierno municipal de Victoria, tiene muchas consecuencias prácticas, debemos recordar aquí que el gobierno del estado en caso de presentarse situaciones graves, puede tener el mando de la fuerza pública y al mismo tiempo tendría que relevar a todo el cabildo en caso de presentarse mayores problemas.
Aquí lo que resalta es que Lalo Gattás ya se comprometió a una serie de obras y programas que pueden ser muy importantes para la capital del estado y que ya de todos conocidos; por eso lo más sabio y prudente es dejarlo trabajar.
Los que ahora puedan sumarse a ese proyecto no deben ser extraños, todo indica que el alcalde ya acomodo sus piezas para cumplir lo que prometió en campaña.
Las protestas de los miembros del Ayuntamiento tendrían que ser ajenas al proyecto que ya presentó Gattás, y además la Ley Orgánica Municipal ordena a una sesión al mes como mínimo y toda vez que octubre ya termina o más bien va a la mitad, conviene que esa junta se adelante para que se aclaren todas las dudas.
Hay que recordar que la actual administración municipal como llegó contra el cabecismo, amenazando, creando delitos que no se cometieron y cosas por el estilo, entonces para que cambiar caballo a mitad del rio, cuando le ha costado mucho trabajo manifestarse en el camino y todo marcha bien.
Si ya ganó Lalo, le corresponde a la planilla ganadora continuar el proyecto, pero no necesariamente para su beneficio directo, o sea, los que llegaron tendrán que sumarse a un proyecto que se inició desde hace más de tres años.
No se vale ahora que puedan buscar sacar raja de lo que ya se inició hace tiempo, que es un proyecto a favor de Ciudad Victoria. Y no creemos que en ningún momento el Gobernador de Estado quiera alterar la autonomía municipal que está previsto en la constitución, y al contrario lo más conveniente aquí es sumar esfuerzos entre municipio y estado para el bien de los victorenses, y dejar fuera a los que fueron aspirantes o a los que creen que todavía se pueden llevar algo.
Esto no puede continuar así porque demuestra que son los nuevos regidores los que aprovechando su posición quieren agregar o crear nuevas cuentas a su favor personal. Si eso no procede cuando está en juego la seguridad, la confianza y la paz pública, se han alterado demasiado ya las cosas para dar paso a intereses personales; aquí de plano lo que urge es aplicar la ley, y dejar que el alcalde oriente y nos diga que es lo se debe de hacer.
Los errores se pagan, siendo muchos los pecadores como es el caso, todos los nombres de la última planilla que jugó la alcaldía, pueden ser considerados como culpables o interesados. Ni modo cuando a alguien le llega, le llega.
Total que tarde o temprano y más buen temprano, sabremos quién está detrás o quien está moviendo a los demás para que lo hagan.
Por hoy es todo, en la próxima seguiremos dialogando del acontecer político tamaulipeco.