La ciudad china de Suifenhe, ubicada en el extremo noreste del país y que comparte 27 kilómetros de frontera con Rusia, convirtió en solo seis días un edificio de oficinas de 13 plantas en instalaciones hospitalarias para recibir pacientes asintomáticos o con síntomas leves de coronavirus. En el distrito hay más de 300 casos importados de la enfermedad.
El 6 de abril, trabajadores y voluntarios comenzaron a acondicionar el inmueble, que seis días después ya estaba terminado y con unas 600 camas. «El hospital provisional es un plan de respaldo y, si es necesario, entrará en funcionamiento de inmediato», afirmó el alcalde interino de Suifenhe, Wang Yongping.
La ciudad en la que está el nuevo hospital temporal, al que fueron enviados unos 400 médicos, tiene cerca de 70.000 habitantes y está ubicada en la provincia de Heilongjiang, que el miércoles 8 de abril declaró el cierre total del distrito para evitar la llegada de posibles contagiados.
Capacitado para realizar testeos
Un total de 22 expertos del Instituto Nacional para el Control y la Prevención de Enfermedades Virales, dependiente del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de China (CDC por su sigla en inglés), fueron destinados al nuevo establecimiento, donde fue acondicionada una tienda de campaña para que funcione como laboratorio para la realización de unos mil testeos diarios.
Hasta el lunes, Suifenhe había registrado 322 casos importados de coronavirus y otros 38 portadores asintomáticos, muchos de los cuales trabajan en Rusia.
En tanto, de acuerdo con los datos de la Universidad Johns Hopkins, de EE.UU., en Heilongjiang murieron 13 personas con coronavirus, de los 3.345 decesos producidos en China, donde se han registrado 83.306 contagiados.
Mientras algunas medidas restrictivas ya fueron levantadas en el país, como las impuestas en la ciudad de Wuhan, la preocupación pasó a ser la de los casos importados, por lo que China cerró todos los puntos de acceso y salida de los 4.296 kilómetros de frontera con Rusia.