Se celebra cada año el 3 de julio con el objetivo de reducir las bolsas de plástico de un solo uso y fomentar su consumo responsable por el daño que causan al medio ambiente y a los seres vivientes.
Cada persona usa y tira al año una media de 144 bolsas de un solo uso, las cuales tienen una vida útil de 12 minutos, pero tardan más de cinco décadas en degradarse.
Greenpeace demanda una normativa mucho más estricta a los gobiernos que acabe definitivamente con todas las bolsas de usar y tirar.
También piden responsabilidad, por ejemplo, a los supermercados que no hacen más que plastificar nuestros alimentos.
Tenemos que tomar en consideración que la contaminación por plástico es la acumulación de productos de plástico en el medio ambiente que produce efectos adversos sobre la vida silvestre, el hábitat o los humanos.
La polución por plástico puede afectar de forma negativa a los terrenos, cursos de agua y océanos.
Por ejemplo, las tortugas marinas comen bolsas de plástico por equivocación creyendo que son medusas. Las aves marinas, las ballenas, los delfines y otros animales marinos frecuentemente aparecen muertos con los estómagos llenos de plástico o atrapados en abandonadas redes de pesca fabricadas con plástico.
Datos como el que te voy a indicar debemos tomar en consideración a la hora de usar una bolsa plástica, nuestra conciencia debe estar al conocimiento de que una bolsa de plástico puede tardar en degradarse más de 150 años.
Sin embargo, el tiempo medio que tarda una bolsa de plástico convencional, fabricada con polietileno, es de más de 500 años.
Debemos tener en cuenta que contamos con muchas alternativas que nos permitirían no tener que usar más bolsas de plásticos, hay varias alternativas para reemplazar las bolsas de plástico.
Algunas de ellas son:
Bolsas de tela: son reutilizables, lavables y fáciles de llevar.
Carro de la compra: es una opción práctica y cómoda para transportar los productos.
Cestas de esparto: son ecológicas, resistentes y tradicionales.
Bolsas compostables: son biodegradables y se pueden convertir en abono orgánico.
Bolsas plásticas recicladas de rafia: son duraderas, reciclables y económicas.
Pero también hay una opción de la cual se cree pueda ser una solución, pero no es así, se trata de las bolsas biodegradables son bolsas fabricadas a partir de una mezcla de materiales orgánicos, como por ejemplo almidón de maíz o patata y fibras sintéticas degradables o fibras de petróleo.
Se degradan completamente al cabo de unos 18 meses sin opción de causar ningún tipo de problema ambiental o contaminante.
Sin embargo, existen estudios que ponen en duda su valor ecológico y que afirman que las fibras sintéticas no se degradan totalmente, sino que se descomponen en microplásticos que, aunque a primera vista parezcan menos dañinos para el medio ambiente, tienen la capacidad de introducirse en la cadena trófica, causando problemas como la bioacumulación de metales pesados.
NO A LAS BOLSAS DE PLASTICOS