Fue establecido por las Naciones Unidas en 2015 para generar conciencia y promover acciones para combatir la violencia sexual, incluida la violación, la esclavitud sexual, el matrimonio forzado, la mutilación genital y otras formas de violencia sexual, que se perpetran como táctica de guerra y como arma de dominacion en conflictos armados en todo el mundo.
El objetivo principal de este día es poner de aliviar la necesidad urgente de proteger a las víctimas de la violencia sexual y garantizar que los perpetradores sean llevados ante la justicia.
También busca honrar a los sobrevivientes de la violencia sexual en conflictos, reconociendo su resistencia y resiliencia.
La violencia sexual en los conflictos afecta desproporcionadamente a mujeres y niñas, aunque también puede afectar a hombres y niños.
Las consecuencias de esta violencia son devastadoras tanto a nivel individual como comunitario.
Las víctimas pueden sufrir traumas físicos y psicológicos, estigmatización, embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual y otras consecuencias a largo plazo.
En este día, se realizan diversas actividades a nivel mundial para concienciar sobre esta problemática y promover la prevención, la protección de las víctimas y la rendición de cuentas.
Se llevan a cabo eventos, conferencias, paneles de discusión, proyecciones de películas y se lanzan campañas en las redes sociales para amplificar el mensaje y movilizar a la comunidad internacional en la lucha contra la violencia sexual en los conflictos.
Además, existen organizaciones y agencias internacionales que trabajan para abordar esta problemática, brindar asistencia a las víctimas y abogados por cambios políticos y legales.
Algunas de estas organizaciones incluyen ONU Mujeres, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Médicos Sin Fronteras y Amnistía Internacional, entre otras.