- Son una muestra de que «naturaleza puede ser cruenta; asegura que uno de los deberes urgentes es el «cuidado de nuestra Tierra»
Ciudad de México.- El Papa Francisco recordó durante su discurso ante los diplomáticos acreditados en el Vaticano con motivo del saludo de año nuevo, que la violencia de los terremotos que golpearon a México en septiembre de 2017 son una muestra de que «naturaleza puede ser cruenta».
Al recibir a los embajadores de las naciones del mundo que tienen relaciones bilaterales con la Santa Sede, en la Sala Regia del Palacio Apostólico, aseguró que uno de los deberes urgentes de la actualidad es el «cuidado de nuestra Tierra».
«Lo hemos visto el año pasado con los terremotos que han golpeado en distintos lugares de la tierra, especialmente en los últimos meses en México e Irán, provocando numerosas víctimas», dijo, refiriéndose al impacto de los desastres naturales.
Recordó también la fuerza de los huracanes que han afectado a varios países del Caribe alcanzando las costas estadounidenses, y que, más recientemente, han golpeado Filipinas.
Estableció que, si bien esos fenómenos no dependen del ser humano, existe una responsabilidad primaria del hombre en la interacción con la naturaleza y alertó contra los «efectos devastadores» del cambio climático, con el aumento global de las temperaturas.
Por eso llamó a afrontar, con un esfuerzo colectivo, la responsabilidad de dejar a las generaciones siguientes una Tierra más bella y habitable, trabajando a la luz de los compromisos establecidos en 2015 por el Acuerdo de París, durante la COP21.
Sin referirse abiertamente a la decisión de Estados de Unidos de abandonar ese acuerdo, defendió el consenso internacional alcanzado en aquella reunión que busca reducir las emisiones a la atmósfera de gases nocivos y perjudiciales para la salud humana.
En su largo discurso a los diplomáticos, entre ellos el embajador mexicano ante la Santa Sede Jaime del Arenal Fenochio, el Papa recordó el centenario del fin de la I Guerra Mundial que se cumplirá en este 2018 y defendió los derechos humanos.
Además, se refirió a otros asuntos de actualidad como las migraciones, la promoción de la paz, la lucha contra la discriminación y la pobreza.