- En la Selección mexicana no se achican contra Brasil; Andrés Guardado señala que tampoco antes le habían ganado a Alemania, por lo que no ve imposible derrotar a los pentacampeones
Moscú, Rusia.- Quedó demostrado que no hay imposibles. México quiere afrontar sin complejos el duelo contra Brasil, un reto que le llevaría a superar barreras que hasta ahora han frenado al Tri, que persigue romper los límites para llegar más lejos que nunca fuera de sus fronteras.
El triunfo contra la Alemania campeona del mundo en su partido de presentación en el Mundial de Rusia liberó a la Selección que dirige el colombiano Juan Carlos Osorio de la carga de ser un equipo inferior a los grandes.
Y sobre este crucial duelo, el capitán Andrés Guardado, fue claro: “¿Qué mayor motivación puede haber que jugar el partido de nuestras vidas contra el pentacampeón? Es el escenario perfecto”.
Cuando le recuerdan que México no ha ganado nunca a Brasil en un Mundial, el jugador tapatío replica que hasta el pasado día 17 de junio tampoco habían derrotado nunca a Alemania.
Si aquel triunfo pudo dar alas a la euforia, el correctivo del pasado miércoles frente a Suecia les sirvió para poner los pies en el suelo. “Se aprende más de las derrotas que de las victorias”, asegura el veterano jugador.
Ante Brasil, sostiene el ahora jugador del Betis español, tendrán un rival que se parece más al futbol que practica el Tri, alejado del estilo europeo de los escandinavos, una forma de jugar más familiar para los mexicanos.
Otro elemento para la esperanza es que México, con muchos de los que hoy defienden a la Selección, derrotó a Brasil en la Copa de Confederaciones de 2013 y, el año antes, en la Final de los Juegos Olímpicos de Londres.
“Nada es imposible”, repiten en la concentración mexicana, ya sea Guardado, como el portero suplente Alfredo Talavera o el director deportivo del grupo, el ex futbolista Gerardo Torrado.
“Veo un equipo capaz de jugar de tú a tú a cualquier rival y salir victorioso”, asegura el ex jugador, que tras haber vivido muchos minutos en el seno de la Selección ve a este grupo hecho de una pasta especial.
Los mexicanos afrontan el partido sin polémicas, convencidos de las órdenes de Osorio, quien puso a todos tras sus ideas y con un fin común: el intentar llegar por vez primera a la Final de un Mundial.