Ciudad de México.- Hay un título regional que se le ha negado a México y ahora está a un paso de llevarlo a su vitrina. El naturalizado Julián Quiñones celebró su primer gol con el Tricolor para darle confianza al técnico Jaime Lozano e impulsar al equipo a una victoria por 3-0 ante Panamá que selló su pase a la final de la Liga de Naciones de la Concacaf, donde enfrentará el domingo al acérrimo rival y bicampeón Estados Unidos.
Desde la creación del torneo en 2019, México no ha podido confirmar su jerarquía. En dos ocasiones fue superado por el conjunto de las barras y las estrellas, primero en una final y después en la antesala del duelo definitivo. Ahora, tendrá la oportunidad de una nueva revancha frente a los estadunidenses, que horas antes vinieron de atrás para vencer 3-1 en la prórroga a Jamaica con un doblete de Hagi Wright.
El triunfo frente a los panameños también le da un respiro de tranquilidad al Jimmy, quien debe responder con resultados positivos para asegurar su continuidad al frente del plantel nacional.
Quiñones (43) ha respondido a las expectativas que había sobre él como goleador desde que se naturalizó para vestir la playera tricolor. Ahora se encontró con las redes para festejar el tanto exigido por la afición y cerrar su unión con México.
Edson Álvarez (40) y Orbelín Pineda (67) también encontraron la combinación para romper a la defensa panameña y concretar la victoria de México en el AT&T Stadium, en Arlington. Los tantos anotados antes del descanso también desestabilizaron al esquema de los canaleros, que fueron arriesgados en el ataque.
Panamá llegaba con el impulso de cerrar una herida después de que México lo derrotó en la final de la Copa Oro el año pasado. Los tricolores tenían otros motivos de inspiración: dejar claro que aún son potencia en la Concacaf.
Así, el técnico tricolor confió en la experiencia del arquero veterano Guillermo Ochoa, quien fue clave al atajar varias llegadas de los panameños. Para el ataque, prescindió de Santiago Giménez, quien mostró su molestia por no jugar al patear una banca en el área técnica.
En el duelo, los panameños dieron un par de sustos en la primera parte del encuentro, pero México fue más preciso en sus movimientos para sentenciar la victoria al límite del descanso.
Edson Álvarez, uno de los mexicanos con mejor paso en Europa, fue el primero en desatar la euforia ante miles de aficionados tricolores al cazar el balón junto al poste para rematar con un cabezazo.
Poco después aparecería Quiñones al ganar un pase, quitarse la marca de dos rivales y definir con disparo cruzado. El naturalizado mexicano tuvo que esperar un par de minutos para festejar la validación del VAR, que revisaba un posible fuera de lugar. Con la aprobación del cuerpo arbitral abrazó a sus compañeros, era el primer tanto que saboreaba con México.
La guinda llegó con una brillante jugada cuando César Montes envió un pase que recorrió media cancha para que Orbelín Pineda recibiera el balón al borde del área y sentenciara con potencia. El Maguito festejó con un bailecito ante los aficionados; era una noche de gozo para los mexicanos que ahora aspiran a un título.