El caso de corrupción de la constructora Odebrecht ha sacudido a buena parte de los principales países de América Latina. Más allá de Brasil, epicentro del conglomerado, Perú o Colombia, entre otros, han visto cómo los tentáculos vinculados a los sobornos de la compañía han golpeado directamente a presidentes –Alejandro Toledo, Ollanta Humala, encarcelado o Juan Manuel Santos-. Ahora es México quien empieza a recibir los focos de atención. Un nombre ha sobresalido todo este tiempo: el del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya. Tres exdirectitvos de Odrebrecht aseguran, en declaraciones juramentadas, que Lozoya recibió “propinas” por valor de 10 millones de dólares entre 2012 y 2016 por ayudar en la firma de contratados.
Las delaciones, obtenidas por El Quinto Elemento Lab, corresponden a tres funcionarios de Odebrecht –Luis Alberto de Meneses, Luiz Mameri e Hilberto da Silva- que accedieron a colaborar con la justicia para obtener beneficios en sus penas. De acuerdo a una reconstrucción realizada a partir de los testimonios jurados de los tres inculpados por la justicia brasileña y de decenas de documentos, se comprueba que el nombre de Lozoya aparece vinculado a diversas operaciones.
Los documentos y testimonios apuntan que Emilio Lozoya solicitó y 4,1 millones de dólares entre abril y noviembre de 2012. Según se desprende del material, publicado este domingo por la revista Proceso y Aristegui Noticias, los responsables de Odebrecht aseguran que ese pago respondía a una manera de asegurar el favor de alguien que por aquel entonces se situaba como una figura en la campaña del hoy presidente, Enrique Peña Nieto.
El testimonio de Luis Alberto de Meneses, responsable de la constructora en México, revela que en marzo de 2012 Lozoya le dio el nombre de una empresa offshore en las Islas Vírgenes Británicas, donde a partir de entonces se comenzarían a realizar los pagos, siempre según el testimonio del directivo brasileño. Las transferencias comenzaron en abril de ese año: la primera, de 250.000 dólares; luego, de 495.000 y de 505.000. La relación se intensificó con la llegada de Lozoya a la dirección de Pemex, especialmente después de que Odebrecth ganase el contrato de remodelación de una refinería, por las que Lozoya, según las delaciones, recibió cuatro millones de dólares.