- Rivas y Saenz, participaron este martes en una reunión de trabajo, donde ambos expusieron logros y proyectos por realizar para mejorar imagen y desarrollo de la frontera
Nuevo Laredo, Tam.- Los alcaldes de los dos Laredos, Enrique Rivas y Pete Saenz, participaron este martes en una reunión de trabajo y amistad, donde ambos expusieron los avances logrados y los proyectos por realizar para mejorar la imagen y desarrollo de ambas ciudades fronterizas.
En su participación, Rivas Cuéllar destacó el arranque de una obra muy importante para Nuevo Laredo, que dará realce al sector del Centro Histórico, ofreciendo una mayor seguridad a los turistas nacionales y extranjeros.
“Esta mañana les comparto que ayer, en conjunto con los diputados federales pusimos en marcha un un proyecto para el rescate del Centro Histórico de Nuevo Laredo, más de 18 millones de pesos del gobierno federal serán invertidos en su totalidad en el primer cuadros de la ciudad, que implica el embellecimiento, modificaciones, ampliación de banquetas, reducir carriles vehiculares.
Queremos poner con el establecimiento, las condiciones de seguridad con camaras, policía de proximidad y todas las medidas necesarias para que los visitantes se sientan tranquilos”, destacó el presidente municipal.
El alcalde de Nuevo Laredo, señaló que dentro de los proyectos que se tienen preparados para ambas ciudades, está el regreso del beisbol profesional en la frontera con el equipo Tecolotes de los Dos Laredos.
Agregó que entre él y Pete Saenz ha nacido una relación de amistad y trabajo fortalecida, con la única intención de regresar a esta frontera a los carriles de alta competitividad.
“Nos ha permitido construir una ciudad sólida, la relación entre Nuevo Laredo y Laredo, Texas, la hemos podido llevar más allá que una ceremonia de abrazo cada año. Seguido teniendo reuniones, proyectos, desafíos y retos que tienen ciudades fronterizas”, comentó.
En esta reunión celebrada en Laredo Country Club de Laredo, Texas, estuvieron presentes Phillip Linderman, Cónsul General de Estados Unidos en Nuevo Laredo, Carolina Zaragoza Flores, Cónsul General de México en Laredo, Texas, monseñor James A. Tamayo, Obispo de la Diócesis de Laredo, Texas, entre otros invitados.